26 frases de El maravilloso mago de Oz (The Wonderful Wizard of Oz) de Lyman Frank Baum... Dorothy y su perro Totó son llevados por un ciclón a un país fantástico, conocen nuevos amigos, son perseguidos por una bruja y descubren valores de los que creen carecer.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Lyman Frank Baum son: magia, otros mundos, brujas, mago, huérfanos, hadas, búsqueda de la felicidad, aceptarnos como somos, adaptada al cine, amistad, aventura, el bien y el mal, superación de las dificultades.
Frases de El maravilloso mago de Oz Lyman Frank Baum
01. Si caminamos lo suficiente, alguna vez llegaremos a alguna parte -dijo Dorothy.
02. La experiencia es lo único que trae consigo el conocimiento, y cuanto más tiempo estés en la tierra tanta más experiencia has de adquirir.
03. ¿Y mi valor? Intervino el León en tono ansioso. Estoy seguro de que te sobra valor respondió Oz. Lo único que necesitas es tener confianza en ti mismo. No hay ser viviente que no sienta miedo cuando se enfrenta al peligro. El verdadero valor reside en enfrentarse al peligro aun cuando uno está asustado, y esa clase de valor la tienes de sobra.
04. (...) De veras que no. No sé nada. Como ves, estoy relleno de paja, de modo que no tengo sesos -manifestó él en tono apenado.
05. Soy Oz, el Grande y Terrible manifestó la bestia con voz que era un rugido. ¿Quién eres y por qué me buscas?
06. (...) No podía entender por qué fallaban todas sus tentativas de destruir a aquellos forasteros. Empero, era una Bruja tan poderosa como malvada, y pronto decidió lo que debía hacer.
07. Uno de mis temores más grandes era hacia las brujas, porque mientras yo no tenía poderes mágicos, descubrí muy pronto que las brujas poseían el don de hacer cosas extraordinarias.
08. Por más triste y gris que sea nuestro hogar, la gente de carne y hueso prefiere vivir en él y no en otro sitio, aunque ese otro sitio sea muy hermoso. No hay nada como el hogar.
09. Creo que en los países civilizados ya no quedan brujas ni brujos, magos o hechiceras. Pero el caso es que el País de Oz nunca fue civilizado, pues estamos apartados de todo el resto del mundo. Por eso es que todavía tenemos brujas y magos.
10. El camino que va a la Ciudad Esmeralda está pavimentado con ladrillos amarillos expresó la Bruja, de modo que no podrás perderte. Cuando veas a Oz, no le tengas miedo; cuéntale lo que te ha pasado y pídele que te ayude. Adiós, querida mía.
11. Sin embargo -dijo el Espantapájaros, yo pediré un cerebro en vez de un corazón, pues un tonto sin sesos no sabría qué hacer con su corazón si lo tuviera. -Yo prefiero el corazón -replicó el Leñador, porque el cerebro no lo hace a uno feliz, y la felicidad es lo mejor que hay en el mundo.
12. ¿Cómo puedo evitar ser un farsante cuando toda esta gente me hace creer cosas que todos saben que son imposibles?
13. (...) Fue terrible mi sufrimiento, pero durante el año que pasé allí tuve tiempo para pensar que la pérdida más grande que había soportado era la carencia de corazón. Mientras estaba enamorado fui el hombre más feliz de la tierra; pero el que no tiene corazón no puede amar, y por eso decidí ir a pedir a Oz que me dé uno.
14. ¿Qué animal es ese que tanto quieres? -Es Toto, mi perro. ¿Es de hojalata o está relleno de paja? -Ninguna de las dos cosas. Es un...Un...Perro de carne y hueso. ¡Vaya! Es un animalito raro y, ahora que lo miro bien, bastante pequeño. Sólo a un cobarde como yo se le ocurriría morder a un animalito tan pequeño manifestó el León con acento apenado.
15. Los zapatos de plata tienen un poder maravilloso le explicó la Bruja Buena, y una de sus cualidades más curiosas es que pueden llevarte a cualquier parte del mundo con sólo tres pasos, y cada paso se da en un abrir y cerrar de ojos. Todo lo que tienes que hacer es unir los tacones tres veces seguidas y ordenar a los zapatos que te lleven donde desees ir.
16. Verás, Oz es un Gran Mago y puede adoptar la forma que desee, de modo que algunos dicen que parece un pájaro, otros afirman que es como un elefante y los demás que tiene la forma de un gato. Para otros es un hermoso duende o trasgo o cualquier otra cosa...Pero ningún ser viviente podría decir quién es el verdadero Oz cuando adopta su forma natural.
17. El León se enjugó una lágrima con su zarpa. Es mi pena más grande, y lo que me produce mi mayor desdicha. Pero cuando quiera que hay algún peligro, se me aceleran los latidos del corazón. Puede ser que lo tengas enfermo -aventuró el Leñador. Podría ser asintió el León. Si es así, deberías alegrarte, pues ello prueba que tienes corazón -manifestó el hombre de hojalata.
18. El Leñador de Hojalata sabía muy bien que no tenía corazón, razón por la cual se esforzaba más que todos por no ser cruel con nada ni con nadie. Ustedes los que poseen corazón tienen algo que los guía y no necesitan equivocarse manifestó; pero yo no lo tengo y por eso debo cuidarme mucho. Cuando Oz me dé un corazón, entonces ya no me preocuparé tanto.
19. (...) Y así, una vez más, el grupito partió de viaje, con el León marchando majestuosamente al lado de Dorothy. Al principio, a Toto no le agradó este nuevo compañero, porque no podía olvidar lo cerca que había estado de ser víctima de las enormes fauces del felino; pero al cabo de un tiempo se sintió más tranquilo y al fin se hizo muy buen amigo del León Cobarde.
20. Para gran alegría de todos, los árboles se fueron tornando cada vez más escasos a medida que avanzaban, y en la tarde llegaron de pronto a la orilla de un ancho río de corriente muy rápida. Del otro lado del agua pudieron ver el camino amarillo que se extendía por una hermosa región de verdes praderas salpicadas de flores y llenas de árboles cargados de frutos deliciosos. Grande fue la alegría de todos al contemplar tanta belleza.
21. ¿Dónde van ustedes? A la Ciudad Esmeralda para ver al Gran Oz -respondió Dorothy. ¿De veras? -exclamó el hombre. ¿Estás segura de que Oz los recibirá? - ¿Por qué no habría de hacerlo? Pues, se dice que nunca deja a nadie llegar hasta él. Yo he estado muchas veces en la Ciudad Esmeralda, y les aseguro que es tan bonita como maravillosa; pero jamás me permitieron ver al Gran Oz, y no conozco a ningún ser viviente que lo haya visto.
22. El ciclón había depositado la casa con bastante suavidad en medio de una región de extraordinaria hermosura. Por doquier veíase el terreno cubierto de un césped del color de la esmeralda, y en los alrededores se elevaban majestuosos árboles cargados de sabrosos frutos maduros. Abundaban extraordinariamente las flores multicolores, y entre los árboles y arbustos revoloteaban aves de raros y brillantes plumajes. A cierta distancia corría un arroyuelo de aguas resplandecientes que acariciaban al pasar las verdosas orillas, susurrando en su marcha con un son cantarino que resultó una delicia para la niña procedente de las áridas planicies de Kansas.
23. Aun con los ojos protegidos por los anteojos verdes, la brillantez de la maravillosa ciudad encandiló al principio a Dorothy y sus amigos. Bordeaban las calles hermosas casas construidas de mármol verde y profusamente tachonadas con esmeraldas relucientes. El grupo de visitantes marchaba sobre un pavimento del mismo mármol verde formado por grandes bloques a los que unían hileras de aquellas mismas piedras preciosas que resplandecían a la luz del sol. Los vidrios de las ventanas eran todos del mismo color verde, y aun el cielo sobre la ciudad tenía un tinte verdoso y los mismos rayos del sol parecían saturados de ese color.
24. La Bruja Maligna se sintió tan sorprendida como preocupada al ver la marca en la frente de Dorothy, pues sabía muy bien que ni los Monos Alados ni ella misma podrían dañar en absoluto a la niña. Observó los pies de su prisionera, y al ver los zapatos de plata empezó a temblar de miedo, porque conocía perfectamente el mágico poder que tenían. Al principio sintióse tentada de huir de Dorothy, más al mirar los ojos de ésta vio reflejado en ellos la sencillez de su alma, comprendiendo que la pequeña desconocía el poder de aquel calzado mágico. De modo que rió para sus adentros y pensó: "Todavía puedo hacerla mi esclava, porque no sabe cómo usar su poder".
25. Es un misterio -fue la respuesta-. Supongo que nací así. Como es natural, todos los otros animales del bosque esperan que sea valiente, pues en todas partes saben que el león es el Rey de las Bestias. Me di cuenta de que si rugía con bastante fuerza, todo ser viviente se asustaba y se apartaba de mi camino. Siempre que me he encontrado con un hombre he tenido un miedo pánico, pero no tenía más remedio que lanzar un rugido para ponerlo en fuga. Si los elefantes y los tigres y los osos hubieran tratado alguna vez de pelear conmigo, yo habría salido corriendo, por lo cobarde que soy...Pero en cuanto me oyen rugir, todos tratan de alejarse de mí y, por supuesto, yo los dejo ir.
26. Pero -objetó Dorothy luego de un meditativo silencio, tía Em me contó que todas las brujas murieron hace ya muchísimos años. ¿Quién es la tía Em? -preguntó la ancianita. Es mi tía, la que vive en Kansas, la región de donde vengo. La Bruja del Norte meditó un momento, con la cabeza gacha y los ojos fijos en el suelo. Al fin levantó la vista y dijo: No sé dónde está Kansas, pues es la primera vez que la oigo mencionar. Pero dime, ¿Es un país civilizado? Sí, claro. Entonces esa es la causa. Creo que en los países civilizados ya no quedan brujas ni brujos, magos o hechiceras. Pero el caso es que el País de Oz nunca fue civilizado, pues estamos apartados de todo el resto del mundo. Por eso es que todavía tenemos brujas y magos.