22 frases de El arco iris de gravedad (Gravity's rainbow) de Thomas Pynchon... A finales de la Segunda Guerra Mundial el diseño, producción y lanzamiento del cohete V-2 y un misterioso aparato genera una frenética búsqueda.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Thomas Pynchon son: segunda guerra mundial, cohete v2, conspiración, holocausto, colonialismo, racismo, complot, trastorno delirante, espionaje, ficción con nazis, nazismo.
Frases de El arco iris de gravedad Thomas Pynchon
01. Ahora es siempre el mismo, despierto o dormido; nunca deja de tener el mismo sueño, ya no hay diferencias entre ambos mundos: para él sólo existe uno.
02. Vaya, esta cerveza está fría, fría y con amargor de lúpulo... Sería una bobada pararse a respirar; traga, glup, glup, hasta que no queda ni gota.
03. (...) Hombres de esos que viven de lo que les envía la familia no tardarán en llegar a Heildelberg procedentes de todas partes del mundo para especializarse en culpabilidad. Habrá bares y clubes nocturnos especialmente a disposición de los entusiastas de la culpabilidad. Los campos de exterminio se transformarán en atracciones turísticas, extranjeros provistos de cámaras fotográficas llegarán en manadas y sentirán la comezón y el escalofrío de la culpa.
04. No hay una verdadera dirección, ni verdaderos mandos, ni asomo de cooperación. Nunca se llegan a tomar verdaderas decisiones... A lo sumo, consiguen emerger de un caos de agravios, quejas, caprichos, alucinaciones y bobadas de todas clases.
05. La simple ley del Talión puede estar bien durante los tiempos de guerra, pero la política de entreguerras exige simetría y una idea más elegante de la justicia, incluso hasta el punto de disfrazarla, algo decadentemente, de clemencia.
06. Las colonias son las dependencias del alma europea, un lugar donde puedes bajarte los pantalones y relajarte a tu gusto y disfrutar del olor de tu propia mierda. Un sitio donde uno puede lanzarse sobre su esbelta y femenina presa negra rugiendo tanto como quiera y beber su sangre con radiante alegría.
07. El Tíbet es un caso especial. El Tíbet fue deliberadamente dejado de lado por el Imperio como territorio libre y neutral, una Suiza para el espíritu donde no hay extradición, y unos Alpes-Himalayas que elevan el alma y donde el peligro es tan escaso que puede tolerarse...
08. La Europa cristiana siempre fue muerte, Karl, muerte y represión. En las colonias puede gozarse de la vida, de la vida y la sensualidad en todas sus formas, sin hacer daño a la Metrópoli, nada que manche sus catedrales, sus blancas estatuas de mármol, sus nobles pensamientos
09. Los delicados listeles y molduras de los edificios han dejado paso a áridos interiores de hormigón despedazado por las explosiones, con un interminable y pedregoso rococó detrás de los postigos. El interior es el exterior. Habitaciones desprovistas de techo abiertas al cielo, habitaciones sin paredes, convertidas en proas cabeceantes, en cofas de vigía sobre un mar de ruinas...
10. Es lo que solía creer. Chispas caídas. Fragmentos de vasos rotos durante la Creación. Y algún día, de algún modo, antes del fin, una reunión para regresar al hogar. Un mensajero del Reino, que llega en el último instante. Pero te aseguro que no existe tal mensajero ni tal hogar...Sólo los millones de los últimos momentos..., nada más. Nuestra historia es un agregado de los últimos momentos.
11. (...) Pero es una curva que ambos sienten, de forma inequívoca. Es la parábola. Alguna vez deben de haber intuido -intuido y rechazado como creíble- que, todo, siempre, colectivamente, ha estado moviéndose hacia esa forma purificada latente en el cielo, esa forma de no-sorpresa, de no-segundas posibilidades, de no-retorno. No obstante se mueven eternamente bajo ella, reservada para sus propias malas noticias en blanco y negro de ella, como si esa curva fuera el Arco Iris y ellos sus hijos
12. No hay una verdadera dirección, ni verdaderos mandos, ni asomo de cooperación. Nunca se llegan a tomar verdaderas decisiones...A lo sumo, consiguen emerger de un caos de agravios, quejas, caprichos, alucinaciones y bobadas de todas clases. Esto, más que un equipo que se apresta a luchar, es un nido de ofensas, enfados, malos humores, chifladuras y resentimientos, sin un solo pájaro raro o fabuloso en el grupo. La supervivencia del equipo parece, después de todo, sólo un murmullo de ciega fortuna a tientas bajo el jaspeado cielo de una noche como aquélla del Titanic.
13. Están enamorados. A la mierda la guerra.
14. Esta noche siente el poder de cada palabra: las palabras son sólo un guiño que aleja de las cosas que representan.
15. De aquellos lugares jamás retorna una palabra. Los silencios son allí lo bastante vastos como para absorber cualquier conducta, por sucia, por bestial que sea...
16. Los paranoicos no son paranoicos porque sean paranoicos, sino porque siguen metiéndose deliberadamente, los malditos imbéciles, en situaciones paranoicas.
17. El acto de herir y el acto de ser herido se unen en el comportamiento de la herida.
18. Pese a las maquinaciones de la codicia, la mezquindad y el abuso de poder, aparece el amor.
19. No hay nada tan detestable como un surrealista sentimental.
20. La inocencia de las criaturas es inversamente proporcional a la inmoralidad del Maestro.
21. Si ellos logran que hagas las preguntas equivocadas, no tienen que preocuparse por las respuestas.
22. La muerte ha entrado por la puerta de la despensa: los contempla, dura y paciente, diciéndoles con la mirada: "A mí no me vengáis con cosquillas".