
26 frases de Desde mi cielo (The lovely bones) de Alice Sebold... Tras su muerte, Susie contempla cómo la vida continúa sin ella, muchos rumorean sobre su desaparición, su familia mantiene la ilusión de encontrarla y el asesino se esfuerza en borrar las huellas del crimen.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Alice Sebold son: crimen, adaptada al cine, adolescencia, personas desaparecidas, violación, secuelas infancia infeliz, misterio, duelo psicológico.
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Frases de Desde mi cielo Alice Sebold
01. ¿Tenemos que matarlos? (...) Se trata de construir la mejor ratonera, no el mejor campo de exterminio para ratones.
02. Me detuve. Llevaba en el cielo el tiempo suficiente para saber que iba a tener una revelación.
03. Me llamo Salmón, como el pez; de nombre, Susie. Tenía catorce años cuando me asesinaron, el 6 de diciembre de 1973. Si veis las fotos de niñas desaparecidas de los periódicos de los años setenta, la mayoría era como yo: niñas blancas de pelo castaño desvaído. Eso era antes de que en los envases de cartón de la leche o en el correo diario empezaran a aparecer niños de todas las razas y sexos. Era cuando la gente aún creía que no pasaban esas cosas.
04. El horror de la Tierra es real y cotidiano. Es como una flor o como el sol; no puede contenerse.
05. (...) Le había hecho el amor a mi madre antes de que ella se marchara. El sexo como acto de olvido voluntario.
06. Los ojos de mi madre eran océanos y dentro de ellos había sensación de vacío. Pensé que tenía toda la vida para comprenderlos, pero ése fue el único día que tuve.
07. En todas las parejas siempre había uno más fuerte que el otro. "Eso no significa que el más débil no quiera al más fuerte".
08. Él seguía las noticias y leía a fondo los periódicos, pero llevaba su inocencia como un cómodo abrigo viejo.
09. (...) Se había sentado a su lado, indicándole solícito cuándo sonreír y reaccionar. A menudo sabía cuándo hacerlo, pero sus sinapsis ya no eran tan rápidas como las de la gente normal, o al menos así era como se lo explicaba a sí mismo.
10. Los lamparones sólo se veían a la luz del sol, de modo que Ruth nunca los veía hasta más tarde, cuando se paraba en la terraza de una cafetería para tomarse un café y, al bajar la vista hacia su falda, veía los oscuros residuos del vodka o el whisky derramado. El alcohol tenía el efecto de hacer la ropa negra más negra, y eso le divertía; en su diario había escrito: "El alcohol daña tanto a los tejidos como a las personas".
11. Ésos eran los queridos huesos que habían crecido en mi ausencia: las relaciones, a veces poco sólidas, otras hechas con grandes sacrificios, pero a menudo magníficas, que habían nacido después de mi desaparición. Y empecé a ver las cosas de una manera que me permitía abrazar el mundo sin estar dentro de él. Los sucesos desencadenados por mi muerte no eran más que los huesos de un cuerpo que se recompondría en un momento impredecible del futuro. El precio de lo que yo había llegado a ver como ese cuerpo milagroso había sido mi vida.
12. Al abandonar la Tierra, yo rocé a una niña llamada Ruth. Iba a mi colegio, pero nunca habíamos sido amigas. Se cruzó en mi camino la noche que mi alma salió gritando de la Tierra, y no pude evitar rozarla. Cuando abandoné la vida, que me había sido arrebatada con tanta violencia, no fui capaz de calcular mis pasos. No tuve tiempo para contemplar nada. Cuando hay violencia, en lo que te concentras es en huir. Cuando empiezas a acercarte al borde, la vida se aleja de ti como un bote se aleja inevitablemente de la orilla, y te agarras con fuerza a la muerte como si fuera una cuerda que te transportará y de la que te soltarás, confiando únicamente en aterrizar lejos de donde estás.
13. La vida para nosotros es un perpetuo ayer.
14. Volví a enamorarme de ti mientras estabas lejos.
15. La vida se aleja de ti como un bote se aleja inevitablemente de la orilla.
16. Nuestro único beso fue algo así como fortuito: un bonito arco iris de gasolina.
17. Me quedé mirando su pelo negro. Era brillante como las promesas de las revistas.
18. El alcohol daña tanto a los tejidos como a las personas.
19. ¿Qué significaba estar muerto?, se preguntaba. Significaba extraviado, significaba paralizado, significaba desaparecido.
20. A veces creo que las pistas llegan en el momento adecuado.
21. Tu primer beso es el destino que llama a tu puerta.
22. No podía hacer nada, atrapada en mi mundo perfecto.
23. Los asesinos no son monstruos, son hombres. Y eso es lo más aterrador sobre ellos.
24. A ninguna condición se adapta más rápidamente el hombre que al estado de guerra.
25. No hay nada seguro.
26. La gente crece viviendo. Yo quiero vivir.