19. La mayor parte del tiempo nos sentimos bastante seguros de que no vamos a morir en cuestión de minutos. Pero lo cierto es que en una hora incierta todos moriremos, y corremos el riesgo de renunciar a la oportunidad de disfrutar algo si lo diferimos demasiado en el tiempo.
20. La teoría lamarckiana no tenía y no tiene futuro. Enmudece cuando afirma la existencia de una fuerza benefactora del universo o una voz omnisciente que se encarga de hacer todo el trabajo creativo. Afirmar que la evolución cultural es lamarckiana, es confesar que uno no tiene ni idea de cómo funciona.
21. Quisiera poder convencer al lector de que la mente no está animada por un éter divino o un único y maravilloso principio. La mente, al igual que la nave espacial Apolo, está diseñada para solucionar muchos problemas de ingeniería, y a tal fin se halla dotada de sistemas de alta tecnología ideados para superar sus propios obstáculos.
22. Los hombres y las mujeres de cualquier lugar otorgaban el valor más alto a la inteligencia y a la bondad y la comprensión. Pero en todos los países los hombres y las mujeres diferían en cuanto a las otras cualidades.
23. Cuando Hamlet afirma: " ¡Qué obra de arte es el hombre! ¡Qué noble su razón! ¡Cuan infinito su talento, qué explícito y admirable, en forma y movimiento!", no deberíamos dirigir tanto nuestro reverencial respeto hacia Shakespeare, Mozart, Einstein o Kareem Abdul-Jabbar, sino, más bien, hacia un niño de cuatro años que pone un juguete en una estantería tal como se le ha pedido que haga.
24. La única predicción de la futurología indudablemente cierta es que, en el futuro, los futurólogos de hoy en día parecerán necios. Si bien desconocemos cuáles serán los logros últimos a los que llegará la inteligencia artificial, lo cierto es que dependerán de un sinfín de vicisitudes prácticas, que se irán descubriendo sólo sobre la marcha. Con todo, es un hecho indiscutible que las máquinas dedicadas a la computación son inteligentes.
25. El punto de partida de esta exploración se sitúa en el espacio que separa a los robots de la imaginación y a los de la realidad, ya que esa línea divisoria nos indica el primer paso que debemos dar para conocernos, para apreciar el diseño tan fantásticamente complejo que se halla detrás de la vida mental, y que tan a menudo damos por sentado. Que no existan robots como los seres humanos no equivale a afirmar que la idea de una mente mecánica sea errónea, ya que simplemente se trata de constatar que los problemas de ingeniería que como seres humanos resolvemos cuando vemos, andamos o planeamos hacer algo y lo hacemos, son retos mucho más desafiantes que dar un paseo por la luna o cartografiar el genoma humano.
26. Cualquier agente inteligente encarnado en la materia, que trabaje a tiempo real y se halle sujeto a las leyes de la termodinámica, debe tener restringido su acceso a la información. Sólo debe permitirse la información que sea relevante al problema tratado. Con ello no se afirma que el agente deba llevar orejeras o ser amnésico. La información que es relevante en un momento dado para un propósito podría muy bien ser relevante en otro para un propósito distinto. En consecuencia, la información tiene que ser direccionada. La información que siempre es irrelevante para un tipo de computación debe ser permanentemente aislada. La información que siempre es relevante y a veces irrelevante debe ser accesible a una computación cuando es relevante, en la medida en que ello sea predecible con antelación. Esta especificación de diseño explica la razón por la cual el acceso a la conciencia existe en la mente humana y así mismo permite comprender algunos de sus detalles.