Frases de Clases de baile para mayores

Clases de baile para mayores

14 frases de Clases de baile para mayores (Tanecní hodiny pro starší a pokrocilé) de Bohumil Hrabal... Novela que habla sobre un hombre y varios acontecimientos de su pasado, particularmente de su vida amorosa, mezclando humor con profundas reflexiones sobre el amor y la vida.

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Bohumil Hrabal son: sexo, exposición de la vida privada, escándalo, ambientada en el imperio austrohúngaro, soldados, vejez, naturaleza del amor, paso del tiempo, confesión, coqueteo.

Frases de Bohumil Hrabal Libros de Bohumil Hrabal

Frases de Clases de baile para mayores Bohumil Hrabal

01. No deja de ser interesante ver cómo los poetas jóvenes suelen pensar en la muerte y los viejos bardos en jovencitas...


02. Ésas son, señoritas, las ventanas que se abren al mundo, lo que les estoy contando ahora, esos goles, esos puntos, esos momentos...


03. El poeta Bondy me decía que la verdadera poesía debe ser dolorosa, como si uno olvidara la cuchilla de afeitar en un pañuelo.


04. (...) Que todos los días le trae un ramo de rosas, sustraídas en jardines ajenos, y le promete que volarán juntos de Viena a Budapest.


05. Y en eso consiste todo: en que el progreso sea bueno para que las personas sean personas; Ahora bien, para el pan, la cerveza y la mantequilla, el progreso es una auténtica peste; La técnica, para estas cosas, hay que emplearla con mucho tino...


06. Un buen libro no es el que sirve al lector para mejor conciliar el sueño, sino que, por el contrario, debe sacarle de la cama para que corra, tal como está, en calzoncillos, a propinarle unos coscorrones al señor escritor...


07. El pobre del poeta Bondy estaba cambiando los pañales de sus dos hijos pequeños en la taberna y luego, oliendo las puntas de sus dedos, empezó a reflexionar que, en momentos como ése, empieza la verdadera filosofía...


08. Ni Sócrates ni Cristo escribieron ni una sola línea, y fíjese... En cambio otros, cuantos más libros publican, más desconocidos resultan: ésa es la conspiración de la Historia...


09. En una ocasión tuve que llevar unas cabras, atadas a una carretilla, a un carnicero, dos cabritillos brincaban a mi alrededor, y la cabra me lamía las manos; cuando me senté a descansar en medio de los campos, los cabritillos me lamían y yo lloraba... Aquello era imposible... ¿Un carnicero y yo, amante del Renacimiento europeo?


10. Los dos bebían, en casa se arrastraban de los pelos por la escalera, pero, en cuanto salían a la calle, tan ufanos; ahora bien, en casa él siempre la achuchaba: "¡A ver tu aliento, apesta a aguardiente!", y ella, de rodillas: "¡Sólo he tomado un bombón de licor!", y él, dándole de bofetones... Hoy la gente vive mejor, pero en este aspecto todo sigue igual, una vez se ahorca él, otra vez ella...


11. Y desnuda se fue a un claro, rodeado de árboles frutales, y empezó a lavarse, y el anciano, que se había pasado toda la tarde contándole historias, en ese instante quedó como fulminado, su rodilla doblada, presa de unas manos anudadas, mirando más allá de ella, hierático, arrebatado, tierno, mientras ella le hacía ese regalo que solamente una mujer puede hacer a un hombre, lavándose, a la caída del día, para unos ojos emocionados...


12. Igual que ahora vengo a verla a usted, señorita, antes me gustaba frecuentar a aquellas bellezas de allí, junto a la iglesia; no es que yo estuviera tan entregado a la sacristía, es que al lado de la casa del cura había una tienda, donde un tal Altmann vendía máquinas de coser de segunda mano, además de gramófonos americanos de doble cuerda y extintores de marca Minimax; y el tal Altmann, como segunda ocupación, proporcionaba chicas guapas a todos los bares y tabernas de la provincia, y frecuentemente aquellas señoritas se alojaban en un cuartito de la trastienda o, si era verano, las damiselas levantaban una tienda de campaña en el jardín, y al señor cura le gustaba pasear junto a la cerca, ya que aquellas guapetonas ponían la gramola, cantaban, fumaban y tomaban el sol en traje de baño...


13. Pero la gente sigue sin entenderlo... Y es que los listos se van muriendo, y los tontos no paran de nacer.


14. La gente solía cantar a menudo, se alegraban la vida cantando, en cambio ahora ya no se oye cantar durante el trabajo...

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