29 frases de Calígula (Caligula) de Albert Camus... Obra de teatro en cuatro actos, que muestra al emperador romano Calígula destrozado por la muerte de Drusila, su hermana y amante y cómo trama su propio asesinato.
- 01. Frases de Calígula
- 02. Obras similares
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Albert Camus son: existencialismo, drama, filosofía del absurdo, teatro del absurdo, relación entre hermanos, emperador romano, enajenación, naturaleza del poder, condición humana, miedo a la soledad.
Frases de Albert Camus Libros de Albert Camus
Frases de Calígula Albert Camus
01. ¿Soledad? ¿Acaso tú conoces la soledad? La de los poetas y la de los impotentes. ¿Soledad? ¿Pero cuál? Ah, no sabes que nunca se está solo.
02. Tengo miedo. Que rabia después de haber despreciado a los demás sentir la misma cobardía en el alma.
03. He comprendido que la única manera de igualarse a los dioses es ser tan cruel como ellos.
04. El poder brinda una oportunidad a lo imposible. A partir de hoy y en lo sucesivo, mi libertad dejará de tener límites.
05. A todas partes nos acompaña el mismo peso de porvenir y pasado. Los seres que hemos matado están con nosotros. Y con ésos sería fácil. Pero los que hemos querido, los que no hemos querido y que nos quisieron, los pesares, el deseo, la amargura y la dulzura, las prostitutas y la pandilla de los dioses.
06. Gobernar y robar son una misma cosa. Esto es del dominio público.
07. Se necesitan veinte personas para convertir a un senador en un trabajador.
08. El miedo lo anula todo.
09. Esto me ha permitido contemplaros a vosotros los virtuosos. Y he visto que tenéis un aspecto repulsivo y un olor triste, el olor insulso de los que no han sufrido ni se han arriesgado nunca.
10. ¿Qué gano con una mano firme, de qué me sirve tan tremendo poder si no puedo cambiar el orden de las cosas, si no puedo hacer que se ponga el sol por el este, si no puedo evitar que haya tanto sufrimiento y que los seres mueran...
11. No soy su confidente, soy su espectador. Es más prudente
12. De todos modos, afortunadamente, las penas no son eternas. ¿Sois capaz de sufrir más de un año?
13. Los hombres lloran porque las cosas no son lo que deberían ser.
14. La mentira nunca es inocente. Y la vuestra da importancia a los seres y a las cosas. Eso es lo que no puedo perdonaros.
15. El mundo, tal como está, no es soportable. Por eso necesito la luna o la dicha, o la inmortalidad, algo descabellado quizá, pero que no sea de este mundo.
16. Cuando todas las explicaciones son posibles, no hay en verdad motivos para elegir la más trivial o la más tonta.
17. Tengo la cabeza vacía y el estómago revuelto. Y lo más atroz es este gusto en la boca. Ni de sangre, ni de muerte, ni de fiebre, sino de todo a la vez...¡Qué duro, qué amargo es hacerse hombre!
18. ¿No puedes imaginar que un hombre llore por algo que no sea el amor?
19. Quiero mezclar el cielo con el mar, confundir fealdad y belleza, hacer brotar la risa del sufrimiento.
20. No hay como el odio para que las personas se vuelvan inteligentes.
21. Repetía a menudo que hacer sufrir es la única manera de equivocarse. Quería ser un hombre justo.
22. Haré a este siglo el don de la igualdad. Y cuando todo esté nivelado, lo imposible al fin en la tierra, la luna en mis manos, entonces quizá yo mismo esté transformado y el mundo conmigo; entonces, al fin, los hombres no morirán y serán dichosos.
23. Nada, en este mundo ni en el otro, que esté a mi altura.
24. ¿Qué corazón, qué dios tendría para mí la profundidad de un lago?
25. Esa es la felicidad: esta insoportable liberación, este universal desprecio, la sangre, el odio a mi alrededor, este aislamiento sin igual del hombre que tiene toda su vida bajo la mirada, la alegría desmedida del asesino impune, esta lógica implacable que tritura vidas humanas.
26. Amar a una persona es aceptar envejecer con ella. No soy capaz de este amor.
27. Cuando no mato, me siento solo. Los vivos no bastan para poblar el universo y alejar el tedio. Cuando estáis todos aquí, me hacéis sentir un vacío sin medida donde no puedo mirar. Sólo estoy bien entre mis muertos.
28. Nadie comprende el destino y por eso me erigí en destino.
29. ¿Crees que dos hombres de alma y orgullo semejantes pueden hablarse, por lo menos una vez en la vida, con el corazón en la mano, como si estuvieran desnudos uno frente al otro, despojados de los prejuicios, de los intereses particulares y de las mentiras de que viven?