Los pasquines no son la gente... Pero sólo dicen lo que ya anda diciendo la gente. "La mala hora" (1962), Gabriel García Márquez
"La mala hora" (1962) Frases de "La mala hora" (1962) Frases de Gabriel García Márquez
Esa ha sido siempre una característica de los pasquines... Dicen lo que todo el mundo sabe que por cierto es casi siempre la verdad. "La mala hora" (1962), Gabriel García Márquez
"La mala hora" (1962) Frases de "La mala hora" (1962) Frases de Gabriel García Márquez
-La mayoría de los pasquines los arrancan antes del amanecer. -Ese es otro truco que no entiendo -dijo el juez Arcadio-. A mí no me quitaría el sueño un pasquín que nadie lee. -Esa es la cosa -dijo el secretario, deteniéndose, pues había llegado a su casa-. Lo que quita el sueño no son los pasquines, sino el miedo a los pasquines. "La mala hora" (1962), Gabriel García Márquez
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La ciudad de Abdera, a pesar de haber vivido en ella Demócrito, quien puso toda la fuerza de la ironía y de la risa en corregirla, fue la más relajada y viciosa de todas las ciudades de la Tracia. Venenos, conspiraciones, asesinatos, libelos, pasquines y tumultos no dejaban vivir por el día... y menos por la noche. Y sucedió que, cuando peor estaban las cosas, fue representada en Abdera la Andrómeda de Eurípides, y el auditorio halló la obra deliciosa, y lo que más impresionó la imaginación de los espectadores fueron los tiernos raptos de la naturaleza que el poeta expresa en el patético discurso de Perseo: "¡Oh, Cupido, príncipe de los dioses y de los hombres! , etc.". Al día siguiente todo el mundo hablaba en puro yambo y ya no se comentaba otra cosa más que la patética invocación de Perseo: "¡Oh, Cupido, príncipe de los dioses y de los hombres!", y en todas las calles y en todas las casas de Abdera resonaba: " ¡Oh, Cupido, Cupido! ", y en todas las bocas, como las notas propias de una dulce melodía, que fluyera queriendo o sin querer: "¡Oh, Cupido, príncipe de los dioses y de los hombres!", sólo se oía esto y nada más. El fuego se propagó y toda la ciudad, como el corazón de un solo hombre, se abrió al amor.