Frases de Héctor Abad Faciolince - Página 5

Frases de Héctor Abad Faciolince (página 5 de 7)

97. El cacao, de donde se saca la bebida más sabrosa del mundo, que antes solo tomaban los dioses, pero algún prometeo local se la robó en beneficio de los hombres. "La oculta" (2014)

Café


98. No creen en fantasmas o en personas poseídas por el demonio quienes los hayan visto, sino aquellos a quienes se los hicieron sentir y ver (aunque no los vieran) desde niños. "El olvido que seremos" (2005)

Demonio


99. He ido cambiando mi vida como cambia de piel una culebra; dejo atrás las que se seca y marchita y me pongo otra, ojalá fresca y nueva, lista a vivir otra vez. "La oculta" (2014)

Cambio


100. Y siento que a mis hijos no les puede pasar nada si están conmigo. Es decir, yo sé que antes me haría matar, sin dudarlo un instante por defender a mis hijos. "El olvido que seremos" (2005)

Defender


101. Si la vida es el original, el recuerdo es una copia del original y el apunte una copia del recuerdo. Pero ¿Qué queda de la vida cuando uno no la recuerda ni la escribe? "Traiciones de la memoria" (2009)

Original


102. A veces creo que el infierno, si existiera, consistiría en poder ver, en el preciso instante de nuestra muerte, lo que están haciendo en ese mismo momento las personas a quienes hemos querido. "El amanecer de un marido" (2008)

Infierno


103. Esos genes antiguos se le notan a ella todavía. Son como los lunares,como los tics y como las manías, que los heredamos de alguien aunque no sepamos bien de dónde vienen. "La oculta" (2014)

Genes


104. En estas palabras que también son aire, que también son humo, tan solo las sombras del pensamiento, pero duran al menos un poco más que la carne y el aire del aliento. "La oculta" (2014)

Humo


105. Las mujeres tenemos dos opciones: o matamos por amor, o nos matamos de amor. Somos así, moralmente superiores a ustedes, que matan de rabia, no de amor, y se matan porque los humillaron en público. "El amanecer de un marido" (2008)

Morir de amor


106. Se nace creyendo que la gente, hasta que la vida nos va desmintiendo y nos demuestra que si, que hay gente buena, pero a su lado hay montones de gente muy mala, con malas intenciones, calculadora, solapada y malagradecida. "La oculta" (2014)

Gente


107. A veces parece que lo más importante sucede sin motivo y de repente, como caído del cielo, como una avalancha que se desprende de una montaña y te arrastra. Muchas cosas son así, bruscas y repentinas. "La oculta" (2014)

Motivo


108. Si estás nerviosa, aún sirve la vieja manzanilla, mas no debes cortarla con limón ni con dulce. No funciona si lo que te preocupa es más fuerte que tú. Y si es así, conviene estar nerviosa. "Tratado de culinaria para mujeres tristes" (1996)

Nervios


109. Los hombres piensan que serían felices si no estuvieran casados; las mujeres piensan que serían felices si tuvieran otro marido. Ese es el secreto del matrimonio: nos da la coartada perfecta para atribuirle una causa a nuestra infelicidad. "Angosta" (2004)

Infelicidad


110. No es la muerte la que se lleva a los que amamos. Al contrario, los guarda y los fija en su juventud adorable. No es la muerte la que disuelve el amor, es la vida la que disuelve el amor. "El olvido que seremos" (2005)

Contrario


111. El estropeadito (así le dicen porque le falta una presa de todas las que tenemos repetidas: un ojo, una oreja, un brazo, varios dientes, una pierna, y gentes hay que dicen que hasta uno de los dos testigos de su masculinidad). "Angosta" (2004)

Discapacitado


112. La cronología de la infancia no está hecha de líneas sino de sobresaltos. La memoria es un espejo opaco y vuelto añicos, o, mejor dicho, está lleno de intemporales conchas de recuerdos desperdigadas sobre una playa de olvidos. "El olvido que seremos" (2005)

Infancia


113. Los padres no quieren igual a todos los hijos, aunque lo disimulen, sino que en general quieren más, precisamente, a los hijos que más los quieren a ellos, es decir, en el fondo, a quienes más los necesitan. "El olvido que seremos" (2005)

Padres


114. Domínalo y domínate, sigue mandando sobre tu propio cuerpo. Si la euforia se lleva la conciencia de tus actos, si no puedes parar cuando algo te lo indica desde adentro, no te aficiones mucho: Hazlo una vez al año. "Tratado de culinaria para mujeres tristes" (1996)

Impulso


115. Esas ganas de cambiar sin renunciar a nada. Esa hambre de imposibles. ¿Cómo pensar en esta confusión contradictoria? Es verdad y mentira, está bien y está mal y no hay salida. Nada que hacer. Tómate un vaso de agua. "Tratado de culinaria para mujeres tristes" (1996)

Confusión


116. Mientras la felicidad nos parece algo natural y merecido, las tragedias nos parecen algo enviado desde fuera, como una venganza o un castigo decretado por potencias malignas a causa de oscuras culpas, o por dioses justicieros o ángeles que ejecutan sentencias ineluctables. "El olvido que seremos" (2005)

Castigo


117. No quiero imaginar el momento doloroso en que también las personas que más quiero, hijos, mujer, amigos, parientes, dejarán de existir, que será el momento, también, en que yo dejaré de vivir, como recuerdo vivido de alguien, definitivamente. "El olvido que seremos" (2005)

Existir


118. Hay un único motivo por el que vale la pena perseguir algún dinero: para poder conservar y defender a toda costa la independencia mental, sin que nadie nos pueda someter a un chantaje laboral que nos impida ser lo que somos. "El olvido que seremos" (2005)

Independencia


119. Un día nos alejamos de la orgía perpetua, resolvimos que seríamos fieles y que nos dedicaríamos más al trabajo y a cuidarnos mutuamente, a tratar de ser felices en la moderación y no en el desenfreno. "La oculta" (2014)

Fieles


120. Eres como esos inmensos cohetes de la Nasa, como el Apolo, que mientras va ascendiendo a toda velocidad hasta el cielo, hacia los límites de la atmósfera, hacia la Luna, se van despojando de los pedazos que lo ayudaron a subir. "El amanecer de un marido" (2008)

Cohetes

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