25 frases de Poemas de Emily Dickinson de Emily Dickinson... Libro que refleja la personalidad de la autora, enigmática y retraída, pero rebelde y tenaz. Una obra intimista y original, en la que explora la mente y el alma humanas, los sentimientos y la naturaleza, la vida y la inmortalidad.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Emily Dickinson son: vida y muerte, relaciones personales, viaje, amor por los libros, alcanzar nuestros sueños, verdadera amistad, destino.
Frases de Emily Dickinson Libros de Emily Dickinson
Frases de Poemas de Emily Dickinson Emily Dickinson
01. Todo mi patrimonio son mis amigos.
02. El hoy hace que el ayer signifique.
03. El corazón sigue sollozando en su sueño.
04. La vida es para dos. Nunca para un comité.
05. Nunca intenté levantar las palabras que no puedo sostener.
06. Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro.
07. Ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos en pie.
08. Triste puedo estar solo; para estar alegre necesito compañía.
09. La verdad es algo tan infrecuente que es preciso decirla.
10. Ninguna otra fragata nos lleva a todas partes como el libro.
11. El temor, como el morirse, dilata la confianza o la impone.
12. Las candilejas no pueden mejorar la tumba, sólo la inmortalidad.
13. El dolor que merece la pena no se va tan rápido.
14. Mi vida ha sido demasiado sencilla y austera como para turbar a nadie.
15. El amor de Dios puede ser enseñado para que no parezcamos osos.
16. El Cielo ronda tenazmente a aquellos que lo encuentran aquí abajo, y los arrebata.
17. Todo lo que sabemos del amor es que el amor es todo lo que hay.
18. La vida es una muerte que prolongamos; la muerte es el gozne de la vida.
19. No recibo cartas de los muertos, y sin embargo, cada día los quiero más.
20. Para un emigrante, es país es ocioso a no ser que sea el suyo propio.
21. Ya te quieren. Sé simplemente la doncella que eres para mí y te querrán más.
22. Morir sin morir y vivir sin la vida, es el más arduo milagro propuesto por la fe.
23. Uno aprende, cuando se hace viejo, que ninguna ficción puede ser tan extraña ni parecer tan improbable, como lo sería la simple verdad.
24. Sólo sabemos toda nuestra altura si alguien le dice a nuestro ser: ¡Levanta! Y entonces, fiel consigo, se agiganta hasta llegar al cielo su estatura.
25. La idea de que algún día miremos hacia abajo, y veamos los pasos torcidos que hemos dado, desde un lugar más seguro, debe ser algo precioso.
