01. Cada beso perfecto aparta el tiempo, le echa hacia atrás, ensancha el mundo breve donde puede besarse todavía...
02. Tu presencia y tu ausencia sombra son una de otra, sombras me dan y quitan.
03. Y mientras siguen dando vueltas y vueltas, entregándose, engañándose, tus rostros, tus caprichos y tus besos, tus delicias volubles, tus contactos rápidos con el mundo, haber llegado yo al centro puro, inmóvil, de ti misma, y verte cómo cambias, y lo llamas vivir, en todo, en todo si, menos en mí, dónde te sobrevives.
04. Cuando tú me elegiste -el amor eligió- salí del gran anónimo de todos, de la nada.
05. Dentro del hombre ni esperanza empuja ni memoria sujeta.
06. Sé que cuando te llame entre todas las gentes del mundo, sólo tú serás tú.
07. Esta noche te cruzan verdes, rojas, azules, rapidísimas luces extrañas por los ojos. ¿Será tu alma?
08. En esta luz del poema, todo, desde el más nocturno beso al cenital esplendor, todo está mucho más claro.
09. Te quiero así inocente, toda ajena, palpitante en lo que está fuera de ti, tus ojos proclamando las vívidas verdades de colores de la noche.
10. (...) Es que quiero sacar de ti tu mejor tú. Ese que no te viste y que yo veo, nadador por tu fondo, preciosísimo.
11. En la noche y la trasnoche, y el amor y el transamor, ya cambiados en horizontes finales, tú y yo, de nosotros mismos.
12. Tú vives siempre en tus actos. Con la punta de tus dedos pulsas el mundo, le arrancas auroras, triunfos, colores, alegrías: es tu música. La vida es lo que tú tocas.