En los libros de Sigrid Undset hay tres temas siempre presentes: los derechos de las mujeres, el conflicto entre el amor terreno y el divino y Dios.
En 1924 se convierte al catolicismo y profesó en la Tercera Orden de la Penitencia de Predicadores como Dominica Seglar.
Les compartimos una selección de fragmentos donde la escritora danesa escribe sobre Dios.
01.¿Te crees capaz de pecar tanto que la misericordia de Dios no llegue hasta ti...?Cristina hija de Lavrans
02.Tranquilízate y no le huyas, piensa que él te ha buscado aún antes de que existieras en las entrañas de tu madre.Cristina hija de Lavrans
03.Dios creó de la nada a todas sus criaturas, y si la misericordia de Dios no conservase su existencia, al instante volverían todas a la nada.Santa Catalina de Siena
04.Estoy cansado, cansado, cansado, Dios, de todos los rodeos intentados por mi ánimo vacilante. Y ahora vengo a ti a pedirte que te abras a mí; que te reveles a mí.La zarza ardiente
05.Dios te encontrará -dijo el sacerdote con dulzura-. Tranquilízate y no le huyas, piensa que él te ha buscado aún antes de que existieras en las entrañas de tu madre.Cristina hija de Lavrans
06.¿No crees que, a los ojos de dios, somos todos como niños por los que debe velar, impotentes como somos, a causa del pecado? Y, en cambio, no podemos considerarnos como los que han tenido la peor parte aquí abajo.Cristina hija de Lavrans
07.El anhelo de soledad y las leyendas de los padres del desierto, que le tenían absorbido el pensamiento, la hacían sonar a Catalina en un agujero en el desierto donde poder ocultarse para hablar solamente con Dios.Santa Catalina de Siena
08.(...) Pero a veces, cuando hablas con tanta dulzura que parece que tu boca está llena de miel, tengo miedo de que estés pensando en los agravios que se te han hecho, y Dios juzgará si eres tan devota y buena en el fondo de tu corazón como en tus palabras.Cristina hija de Lavrans
09.(...) Había comprendido que la extraordinaria dulzura de su padre no significaba que no viera claramente las pasiones y las villanías de los hombres, sino que nacía del hecho de sondear siempre su corazón en presencia de dios, destrozándolo con la contrición y el arrepentimiento de sus culpas.Cristina hija de Lavrans
10.Todos nosotros tenemos el deber de trabajar en la viña de la que Dios es amo. Cada uno de nosotros ha recibido su pequeña viña, pero el modo de cultivarla es muy importante para el desarrollo de las viñas vecinas...En realidad, todas nuestras viñas son partes de la gran viña del Señor, la santa Iglesia, y todos nosotros tenemos el deber de trabajar allí también.Santa Catalina de Siena
11.Compara la memoria con un cántaro de agua lleno con las impresiones que recibimos a través de la vida de los sentidos. Si lo llenamos de nada, el cántaro vacío fácilmente se rompe o emite un sonido fuerte si se le da un golpe. Si lo llenamos de realidad, de amor de Dios, entonces es como un cántaro lleno de agua del pozo que aguanta un golpe sin romperse o sin emitir ruido.Santa Catalina de Siena
12.Si yo fuese fiel, estoy convencida de que Dios sería para mí lo mismo que fue para los mártires, de que su poder no ha disminuido, de que Él podría y sabría y se preocuparía de darme todo lo que necesito. Pero como no lo amo, no confío debidamente en Él; el temor físico que yo sé que hay en mí demuestra cuán tibio es mi amor, que la luz de la fe está velada en mí por mi infidelidad a mi Creador y por mi presunción.Santa Catalina de Siena
13.Fue un efecto de la misericordia de Dios que, habiendo visto cómo nuestros corazones están divididos, hubiera bajado a la tierra y vivido entre nosotros para sentir en su carne las tentaciones del demonio cuando nos seduce con el poder, la magnificencia y las amenazas del mundo, cuando nos inflige golpes, burlas y heridas sangrientas de clavos en las manos y en los pies. Y es así cómo nos enseñó el camino y nos manifestó su amor...Cristina hija de Lavrans
14.(...) Ella compara a Cristo con una nodriza que toma la medicina amarga que su niño de pecho no puede tolerar, por ser demasiado pequeño y débil; el chiquitín tiene que tomarla a través de la leche de la nodriza. En la leche del amor divino tomamos nosotros, pobres hijitos de Dios, la amarga medicina que es la pasión de Cristo en la cruz, único remedio contra nuestra enfermedad de la muerte: el pecado. Compara también a Cristo con un caballero que fue a luchar por nosotros; por nuestra culpa bajó del cielo para combatir y vencer al diablo. La corona de espinas es su yelmo; su carne azotada, su coraza; los clavos de las manos y de los pies, sus manoplas y espuelas. Por consiguiente, nosotros tenemos que seguir a nuestro caballero y cobrar nuevo valor en nuestras pruebas y tribulaciones.Santa Catalina de Siena
Esta recopilación de pensamientos sobre Dios fueron tomados de los siguiente libros de la autora danesa: