21. Sólo una aceptación sin prejuicios de las similitudes entre los regímenes nazi y soviético permite comprender sus diferencias.
22. La resistencia judía no era un asunto sólo de la dignidad de los judíos sino de la dignidad de la humanidad como tal, incluyendo a los polacos, los británicos, los americanos, los soviéticos: de todos los que podrían haber hecho más y, en cambio, hicieron menos.
23. En la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética derrotó a la Alemania nazi en la frontera oriental y Stalin se ganó así la gratitud de millones de personas y un papel crucial en el establecimiento del orden de la Europa de posguerra. Pero sus cotas de asesinatos colectivos fueron casi tan impresionantes como las de Hitler.
24. Los judíos fueron pasando y muriendo durante treinta y seis horas. Quizá en la agonía y en la muerte todas las personas sean iguales, pero hasta el momento final cada uno de ellos era diferente; cada uno tenía preocupaciones y presentimientos distintos, hasta que todo estuvo claro y un instante después se hizo la oscuridad.
25. Durante el Gran Terror en la Unión Soviética eran posibles dos veredictos: muerte o Gulag. El primero significaba un tiro en la nuca; el segundo, trabajo agotador en un lugar lejano, en la oscuridad de una mina, en el frío de un bosque congelado o en la estepa abierta, pero también, a menudo, significaba vida.
26. Los estalinistas colonizaron su propio país, y los nazis colonizaron la Ucrania soviética ocupada: y los habitantes de Ucrania sufrieron y sufrieron. Durante los años en que Stalin y Hitler coincidieron en el poder, en Ucrania fue asesinada más gente que en ninguna otra parte de las Tierras de sangre, o de Europa, o del mundo.
27. El terror consolida cierto tipo de régimen. ¿Es el tipo de régimen preferible? Matar civiles interesa a cierto tipo de líderes. La cuestión no es si todo esto es históricamente cierto, la cuestión es si es deseable. ¿Son esos líderes buenos líderes? ¿Son esos regímenes buenos regímenes? Si la respuesta es no, la siguiente pregunta es: ¿Cómo pueden evitarse esas políticas?
28. La mayoría de los judíos que murieron en Auschwitz fueron gaseados nada más llegar y nunca estuvieron dentro de un campo de concentración. El viaje de los judíos desde el campo a la cámara de gas fue un episodio menor de la historia del complejo de Auschwitz y resulta engañoso como guía de lo que fue el Holocausto o el asesinato de masas en general.
29. Los regímenes nazi y soviético convirtieron a personas en números, algunos de los cuales sólo podemos conocer aproximadamente, mientras que otros se pueden establecer con bastante precisión. A nosotros los estudiosos nos corresponde buscar esos números y situarlos en perspectiva. A nosotros, como humanistas, nos toca transformar de nuevo esos números en personas. Si no podemos hacerlo, Hitler y Stalin habrán configurado no sólo nuestro mundo, sino también nuestra humanidad.
30. Los soviéticos crearon un vasto sistema de campos de trabajo conocido como el Gulag, colectivizaron la agricultura y construyeron fábricas, minas y canales. Cuando la agricultura colectivizada condujo al hambre, se acusó de ello a determinados grupos, en primer lugar a los ucranianos. Más de cinco millones de personas murieron de hambre en la Unión Soviética a principio de los años treinta, la mayoría de ellos en la Ucrania soviética. El hambre fue causada por la agricultura colectiva, pero la hambruna letal fue obra de la política.
31. Entre los supervivientes judíos se encontraban algunos que fueron enviados a campos de concentración, y ésta es otra razón por la que los campos nos son familiares: fueron descritos por los supervivientes, por personas que al final hubieran muerto de extenuación, pero que quedaron libres porque la guerra terminó. La política alemana de matar a todos los judíos de Europa no se llevó a cabo en los campos de concentración, sino junto a zanjas, en camionetas de gas y en las instalaciones de exterminio de Chelmno, Belzec, Sobibor, Treblinka, Majdanek y Auschwitz.