20 frases de 1914: De la paz a la guerra (The war that ended peace: the road to 1914) de Margaret MacMillan... El relato definitivo de las fuerzas políticas, culturales, militares y personales que llevaron a Europa hacia la Gran Guerra... Una guerra que pudo evitarse. La pregunta es: ¿por qué se produjo?.
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Frases de 1914: De la paz a la guerra Margaret MacMillan
01. Lo que podría parecer un modo razonable de autodefensa, podía ser visto desde el otro lado de la frontera de un modo muy diferente.
02. Debieron haber recordado la famosa frase de Bismarck: "La guerra preventiva es como suicidarse por miedo a la muerte".
03. Su compatriota Friedrich Nietzsche, mayor que él, no tuvo esa esperanza: "Durante largo tiempo toda nuestra cultura europea se ha movido en medio de una tensión tormentosa, que aumenta de un decenio a otro, como si avanzara hacia una catástrofe; agitada, violenta, desenfrenada como un río que puja por llegar a su fin".
04. El fracaso de las conversaciones entre Chamberlain y el embajador alemán en Londres, los exabruptos públicos y privados del káiser, el bien publicitado sentimiento antibritánico y probóer de la población alemana, incluso la intrascendente polémica sobre el supuesto insulto de Chamberlain al ejército prusiano, crearon un rescoldo de desconfianza y resentimiento tanto en Gran Bretaña como en Alemania.
05. A Roosevelt lo movían la ambición, el idealismo y la vanidad. Su hija hizo este famoso comentario: "Mi padre siempre quería ser el muerto en el entierro, la novia en la boda y el bebé en el bautizo".
06. Winston Churchill, que siempre fue un estadista con un fuerte sentido histórico, escribió poco antes de la Gran Guerra: "En tanto que otras naciones poderosas se han visto paralizadas por la barbarie y las guerras intestinas, nosotros nos hemos adueñado de una parte totalmente desproporcionada de la riqueza y del comercio del mundo. Tenemos todo el territorio que podríamos desear, y nuestro derecho a disfrutar sin intromisión alguna de estas vastas y espléndidas posesiones, adquiridas principalmente con violencia, preservadas fundamentalmente por la fuerza, a menudo parece menos razonable a los ojos de los demás que a los nuestros".
07. Un anarquista lanzó una bomba contra el café Terminus, según dijo, para cobrárselas a "los buenos pequeñoburgueses" satisfechos con el estado de cosas.
08. Si uno escucha a los médicos -comentó una vez Salisbury-, nada es sano; si uno escucha a los teólogos, nada es inocente; si uno escucha a los soldados, nada está seguro".
09. (...) En su opinión, el funeral de la reina Victoria fue un caos, "pero la superioridad de los británicos estriba en que no les importa parecer estúpidos".
10. Habrían de enfrentarse a un enemigo salvaje y no podían mostrar debilidad. "¡Cualquiera que caiga en vuestras manos ha de caer bajo vuestra espada! ". En una sentencia que quedó fijada en la mente de los alemanes, exhortó a los soldados a ser como los hunos de antaño: "Deberéis hacer que China os recuerde durante mil años, y que ningún chino, tenga o no los ojos rasgados, se atreva a mirar de frente a un alemán".
11. Parte del atractivo de Nietzsche residía en que su trabajo se prestaba a múltiples interpretaciones, con lo que cada cual hizo la suya, incluidos los socialistas, los vegetarianos, las feministas, y más tarde los fascistas. Nietzsche ya no estaba presente para explicarse: había perdido la razón en 1889, y falleció en 1900, el año de la exposición de París.
12. Las transformaciones económicas y sociales que en Europa occidental habían llevado un siglo o más, se daban ahora en Rusia en tan solo una generación; y este país no contaba con instituciones fuertes o profundamente enraizadas que le ayudaran a asimilar y afrontar los cambios.
13. Con frecuencia, los movimientos nacionalistas se solapaban con temas clasistas o de índole económica. Por ejemplo, los campesinos rumanos y rutenos desafiaron a sus terratenientes húngaros y polacos.
14. El representante de Delcassé en Marruecos informó desconsolado de que allí los británicos recurrían a todos los medios, desde la persuasión hasta el soborno, y, si estos no lograban sus objetivos, las esposas de los diplomáticos británicos sabían lo que debían hacer para promover los intereses de Gran Bretaña.
15. Quizá no fuera casual que precisamente un vienés, Sigmund Freud, desarrollara la idea del narcisismo de las pequeñas diferencias. Tal como escribiera en El malestar en la cultura, "Son precisamente las comunidades con territorios colindantes, y relacionadas entre sí de diferentes maneras, las que mantienen constantes disputas y se dedican a ridiculizarse unas a otras
16. El nacionalismo era promovido por ansiosos voluntarios: líderes políticos, maestros, burócratas y escritores.
17. La guerra pertenecía a una etapa anterior de la evolución, y para suttner no era más que una anomalía. Prominentes científicos a ambos lados del atlántico se le sumaron en la denuncia de la guerra como una acción contraria a la biología, en tanto acarreaba la muerte de los mejores, la de los más talentosos y más nobles elementos de la sociedad, lo que conducía a la supervivencia de los menos aptos.
18. La combinación de tierra, excavadoras y alambres de púas les permitían a los defensores establecer una fuerte línea de defensa, desde la cual desplegar una devastadora cortina de fuego contra sus atacantes.
19. La guerra no solo era un error, sino que suponía además un despilfarro, e implicaba el desvío de recursos sumamente necesarios para corregir los males de la sociedad.
20. El militarismo, la carrera armamentista, la política exterior agresiva y el imperialismo se consideraban males interconectados, a los que era preciso combatir para lograr una paz duradera.