39 frases de Suite francesa (Suite française) de Irene Némirovsky... Historia que retrata con maestría una época fundamental de la Europa del siglo XX, inicia en París los días previos a la invasión alemana y todo lo vino después.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Irene Némirovsky son: segunda guerra mundial, holocausto, historia de amor, supervivencia, éxodo, convivencia con el invasor, resistencia francesa, discriminación, exterminio, nazis, invasión, moral burguesa.
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Frases de Suite francesa Irene Némirovsky
01. Los seres apasionados son simples.
02. Las madres y las enamoradas, hembras feroces...
03. Nunca se acaba de conocer a nadie.
04. La espera, en momentos así, es erótica...
05. Toda alegría es contagiosa y desarma los sentimientos de odio.
06. En tiempo de guerra, ninguno de nosotros espera morir en una cama.
07. Dichosos los que pueden amar y odiar sin disimulos, sin vacilaciones, sin matices.
08. (...) Habían aprendido a vivir al día, a olvidarse voluntariamente del mañana.
09. Los perros son ellos, que van en manada y, si les mandan morder, muerden.
10. (...) Era taciturno y estaba revestido de una triple armadura de pudor: masculino, campesino y francés.
11. Ambos seguían teniendo un inmenso deseo de ser felices; tal vez porque se habían querido mucho.
12. (...) Aquellos refugiados venían de París, del norte, del este, de provincias asoladas por la invasión y la guerra.
13. No hay nada que comprender...El mundo está regido por leyes que no se han hecho ni para nosotros ni contra nosotros.
14. ¿Qué me hace este país? Ya que me rechaza, considerémoslo fríamente, observémoslo mientras pierde el honor y la vida.
15. (...) Y de pronto la visión del lector se eleva: ya no hay un solo rostro, una sola alma. Descubre la multiplicidad de los moldes.
16. Sólo la música es capaz de abolir las diferencias de idioma o costumbres de dos seres humanos y tocar algo indestructible en su interior.
17. Aquella amistad entre el alemán y ella, aquel secreto compartido, un mundo oculto en el seno de aquella casa hostil, ¡Qué dulce era, Dios mío!
18. Lo que une o separa a los seres humanos no es el idioma, las leyes, las costumbres ni los principios, sino la manera de coger el cuchillo y el tenedor.
19. ¡Ah, cómo odio vuestros melindres de europeos! Lo que denomináis éxito, victoria, amor, odio, ¡Yo lo llamo dinero! ¡Se trata de otra palabra para designar las mismas cosas!
20. Una novela tiene que parecerse a una calle llena de desconocidos por la que pasan no más de dos o tres personajes a los que se conoce a fondo.
21. El hombre ha nacido para ser guerrero, como la mujer para el descanso del guerrero -respondió Bonnet, y sonrió, porque encontraba divertido citar a Nietzsche ante aquella bonita campesina francesa-.
22. Entre aquellas dos mujeres, cualquier tema de conversación era como una zarza: si no había más remedio que tocarlo, se hacía con infinita prudencia para no pincharse las manos.
23. En el fondo, todos juzgamos a los demás según nuestro propio corazón. El avaro cree que a todo el mundo lo mueve el interés; el lujurioso, el deseo, y así sucesivamente.
24. Odiaba la guerra, que amenazaba algo mucho más importante que su vida o su bienestar: a cada instante destruía el universo de la ficción, el único en que se sentía feliz.
25. Los imperios mueren. Nada tiene importancia. Se mire desde el punto de vista místico o desde el punto de vista personal, es lo mismo. Conservemos la cabeza fría. Endurezcamos el corazón. Esperemos.
26. Felices o desgraciados, los acontecimientos extraordinarios no cambian el alma de un hombre, sino que la precisan, como un golpe de viento que se lleva las hojas muertas y deja al desnudo la forma de un árbol.
