12 frases de Quién no de Claudia Piñeiro... Relatos que hablan de situaciones cotidianas, en las que todos podemos sentirnos reconocidos. Rarezas, pequeñas obsesiones, secretos y todo lo que escondemos detrás de una máscara de personas normales.
- 01. Frases de Quién no
- 02. Obras similares
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Claudia Piñeiro son: afrontar el dolor, vida cotidiana, ser diferente, obsesión, secretos, relaciones personales.
Frases de Claudia Piñeiro Libros de Claudia Piñeiro
Frases de Quién no Claudia Piñeiro
01. Levantada para tapar un dolor o fijarlo para siempre.
02. Así que cada uno tuvo su mérito y los méritos son muy difíciles de repartir.
03. -Son gente rara, ¿No te parece? -Qué sé yo -le contesta él-. ¿Quién no es un poco raro?
04. Pero viejo, esto es fútbol, no boxeo. Las manos se las guardan, acá las cosas se arreglan metiendo goles, ¿Me explico?
05. Creí que algunas cicatrices estaban cerradas, pero volver a ver la mesa de madera maciza me hirió como si no hubieran pasado veinte años.
06. Uno no se imagina que lo que dejó atrás cambia. En el destierro los conocidos no envejecen, las casas no se deterioran, los árboles no crecen.
07. Había cruzado el océano para estar allí, para hacer las cosas bien por más que dolieran, por más que siempre le quedase la sensación de que no sabía cómo ser padre.
08. ¿Es el dolor físico comparable con el dolor de una pérdida? ¿Puede doler algo más o menos que lo otro? ¿Duele el cuerpo más que eso a lo que no sabe cómo llamar? ¿El alma?
09. Y de repente, como si ahora sí lo supiera, rompe la pared con los puños, la desarma, va haciendo a un lado los pedazos, hasta que aparece el vestido de su abuela y su esqueleto sostenido por la tela que impidió que se convirtiera en un manojo de huesos.
10. Hasta que hace tres años decidió vender el departamento, ya no tenía sentido conservarlo. Entre todos sus bienes, ese era el único que le producía tristeza cada vez que sabía de él. La huella de lo que quiso ser y no fue. La huella de su fracaso.
11. Nadie supo más de ella, si formó otra familia en alguna parte del mundo, ni siquiera si seguía viva o no. Nadie volvió a mencionarla, excepto el abuelo. Para él ella seguía inmaculada, en su vestido de encaje con el que la contempló tantas tardes, frente a la pared que Hernán se dispone a tirar.
12. Pero no se había atrevido a contárselo, temía que su madre le dijera lo que le había dicho tantas veces: " ¿Eso es lo mejor que tenés para dar, Rosalía? ¿Es lo mejor de vos? ". Esa era su muletilla preferida: " ¿Es lo mejor de vos? ". Y Rosalía no tenía la menor idea de qué era lo mejor de ella