26. Los promotores de la invasión en Afganistán, los caudillos del Buró Político del Partido, no solo evidenciaron su naturaleza pirata, sino que hicieron cómplices suyos a todos aquellos que no tuvieron el valor suficiente para oponerse a la orden de matar.
27. Un chico al que yo conocía se moría lentamente. Estaba tumbado e, igual que un niño que acaba de aprender a hablar, iba nombrando y repitiendo los nombres de las cosas que pasaban por delante de sus ojos: "Montañas... Árbol... Pájaro... Cielo"... Así hasta el final...
28. En los últimos años ha desaparecido del mapa del mundo, de la Historia, el imperio comunista que los envió allí para matar y para morir. Ya no existe. Primero a la guerra la empezaron a llamar tímidamente "error político" y luego la llamaron "crimen". Ahora todos quieren olvidar Afganistán. Olvidar a estas madres, olvidar a los mutilados...