
28 frases de Los muchachos de zinc de Svetlana Alexievich... Testimonios de soldados, oficiales, políticos, enfermeras, prostitutas y madres sobre una guerra devastadora en Afganistán siempre negada por la URSS que provocó la muerte de miles de jóvenes soviéticos.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Svetlana Alexievich son: afganistán, guerra afgano-soviética, unión soviética, entrevistas, violencia, censura, brutalidad, masacre, corrupción política, coacción totalitaria, recuerdos, crímenes de guerra, cementerio, mentiras, soldados, hijos muertos en guerras sin sentido.
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Frases de Los muchachos de zinc Svetlana Alexievich
01. El olvido es una forma de mentira.
02. Aquí lo bueno se mejora, y lo malo se agrava.
03. Hay que reclamar un espacio para lo diminuto, lo personal y lo aislado.
04. Tiene la boca completamente llena de sangre y encima se pone a hablar.
05. Aquí los hombres ven la sangre y se vuelven bestias. Pierden los cabales...
06. De noche tengo miedo porque vuelvo a ver...En los sueños no soy ciego...
07. Yo rastreo el sentimiento, no el suceso. Cómo se desarrollan nuestros sentimientos, no los hechos.
08. En la memoria guardo mi propio cementerio personal, mi propia galería de retratos. Enmarcados en negro.
09. Después del combate se te hace insoportable contemplar la belleza... ¡Sientes ganas de acribillarlo todo a balazos!
10. Había visto a un hombre quedar reducido a la nada en un segundo, como si nunca hubiera existido.
11. Solo hay un gramo de humano en el ser humano. Una gota. Es lo que comprendí en la guerra.
12. ¿Ha oído usted mear a un mosquito? Pues la política es una cosa aún más fina.
13. ¿Qué significa vivir con la guerra, recordarla? Significa que nunca estás solo. Siempre hay dos: tú y ella, la guerra...
14. Los pájaros no temen a la muerte. Siguen tranquilamente posados, observan. Ni los niños. Ellos también siguen sentados, miran, curiosean. Igual que los pájaros.
15. ¿Qué comprendí allí? Que el bien nunca gana. Que el mal en el mundo no disminuye. Que el hombre es espantoso. Y la naturaleza es bella... Y la arena.
16. La guerra es un arduo trabajo y es un crimen, pero con el paso de los años solo se recuerda el arduo trabajo mientras que el crimen se olvida.
17. "Admiro a las madres". Las admiro también por el hecho de haberse convertido en las únicas defensoras del nombre de sus hijos cuando la Patria los ha arrojado a la deshonra.
18. A mi mejor amigo, que era como mi hermano, me lo traje de una incursión metido en bolsas de plástico... La cabeza por un lado, las piernas por otro, los brazos...
19. En las clases de instrucción política nos hablaban de los actos de valentía, del heroísmo. Afganistán, decían, es como la España de los años treinta.
20. En el cementerio nos sentíamos bien porque recordamos a nuestros hijos... ¿Cuánto más viviremos? Con este dolor en el alma no se puede vivir una vida larga. Ni con estas ofensas.
21. (...) La torreta me protegió, la ola expansiva se llevó a los demás. Lo primero que hice fue tocarme, comprobar: ¿La cabeza está en su sitio? ¿Los brazos, las piernas? Todo bien, hay que continuar.
22. En el cementerio estoy bien. Solo estoy bien con mi hijo. Es fácil localizarme, siempre estoy o bien en el trabajo o bien allí. En el cementerio... es como si mi hijo viviese allí...
23. Pensar en la muerte es como pensar en el futuro. Algo le ocurre al tiempo cuando piensas en la muerte, cuando la observas. Al lado del miedo a la muerte está el atractivo de la muerte...
24. No hay placer en asesinar a un hombre. Matas para que no te maten a ti. La guerra no es solo la muerte, hay algo más. La guerra tiene su propio olor. Su propio sonido.
25. Después de Chernóbil, de Afgán, de los acontecimientos de la Casa Blanca, nosotros no estamos a la altura de lo que nos ocurre. No analizamos nuestro pasado, siempre somos las víctimas. ¿Tal vez sea por eso que todo se repite?