20 frases de Los amores de Nishino de Hiromi Kawakami... Las frases del libro "Los amores de Nishino" abordan las complejidades de las relaciones a través de las experiencias amorosas de un personaje central, y se centran en la conexión humana, la nostalgia y la búsqueda de significado en el amor.
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Frases de Los amores de Nishino Hiromi Kawakami
01. La vida es impredecible.
02. Aunque tú no me quieras, me basta con quererte.
03. La vida es más fácil cuando dices lo que piensas.
04. Nos abrazamos. Con ternura. Como el agua. Pero sin convertirnos en agua.
05. ¿Qué tiene de malo la locura? (...) El amor implica locura, en mayor o menor medida.
06. ¿Qué tontería estás diciendo? Una no se enamora sin haber conocido suficientemente a alguien.
07. - ¿Será que te amo? -Júzgalo por ti mismo. -Cuando intento juzgarlo por mí mismo, me entra miedo.
08. Los adultos, cuando se atraen, se aproximan, notan la presencia del otro, se huelen, intercambian palabras y se tantean.
09. ¿Qué será el amor? Las personas tienen derecho a enamorarse de otros,no a que los demás las amen...
10. Es un amor estúpido. Un amor semejante a una bestia herida y acurrucada, que está paralizada y no se puede mover.
11. Las olas se acercaban, a veces con estruendo. La marea crecía y crecía. Mi corazón no paraba de palpitar en medio de la noche.
12. Sin duda, algún día recordaría vividamente lo que experimentamos entre la hierba a los catorce años, ese momento entre la madurez y la infancia.
13. A cada vez él me preguntaba cómo había adivinado que ya no me amaba. Yo le respondía que, para empezar, nunca me había amado.
14. - ¿Querrás hacer el amor conmigo siempre? -Depende del momento. -Con "depende del momento", ¿Quieres decir que no podremos hacerlo siempre? -Es que, dependiendo del momento, pueden pasar muchas cosas.
15. Una vez decides que alguien te gusta en su totalidad, no necesitas realizar juicios de valor, que si está bien o si está mal. Basta simplemente con que te guste.
16. Estábamos inquietos. Estábamos extasiados. Estábamos desesperados. Eramos ligeros. Empezábamos a amarnos. Pero fracasábamos en el intento y nos quedábamos a las puertas del amor.
17. Había adivinado que yo lo amaba en silencio y que de algún modo intentaba enterrar ese amor en mi interior, pero no me dio tregua. No me permitió erradicarlo.
18. Empezaba a sentir algo por Nishino. En el momento menos pensado, me enamoraría de él. Pero no lo amaría. Jamás lo amaría. Yo misma lo había decidido.
19. Nos abrazamos. Con ternura. Como el agua. Pero sin convertirnos en agua. Estábamos inquietos. Estábamos extasiados. Estábamos desesperados. Éramos ligeros. Empezábamos a amarnos. Pero fracasábamos en el intento y nos quedábamos a las puertas del amor.
20. En ese mes de mayo, Yukihiko me hizo suya como si fuera lo más fácil del mundo. Como el coleccionista que extiende las alas de una mariposa y la fija con alfileres a una caja. Como quien prepara delicadamente un muestrario con un insecto ya atrapado y muerto. Porque a mí ya me había atrapado. Sin siquiera habernos tocado. Sin siquiera habernos mirado.