Frases del libro "La tregua" de Mario Benedetti

La tregua

Disfruta de estas 31 frases de "La tregua"... Martín Santomé, viudo con tres hijos en vísperas de su jubilación conoce a Laura Avellaneda, nueva empleada a sus órdenes y casi sin proponérselo, abre un paréntesis luminoso.

Índice

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en las frases y pensamientos de "La tregua", de Mario Benedetti son: sexualidad, muerte, poder del amor, incomunicación, volver a enamorarse, soledad, felicidad, conflictos familiares, corrupción.

Frases de "La tregua"

01. Se es o no se es, no importa el día.


02. Hablo con ella como si hablara conmigo mismo.


03. Me aburrí de mí mismo, de mi propia paciencia.


04. Para mirar los diarios hay que bajar los ojos.


05. Debe ser una regla general que los solitarios no simpaticemos ¿O será que sencillamente, somos antipáticos?


06. Cuántas palabras, sólo para decir que no quiero parecer patético.


07. No es la eternidad pero es el instante, que, después de todo, es su único sucedáneo verdadero.


08. Ella me daba la mano y no hacía falta más. Me alcanzaba para sentir que era bien acogido. Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor.


09. Tenía 20 años y era joven; tenía treinta y era joven; tenía cuarenta y era joven. Ahora tengo 50 años y soy "todavía joven". Todavía quiere decir: se termina.


10. Lloraba con los ojos en alto, sin pasarse las manos por la cara, lloraba con orgullo.


11. ¿Por qué las palmas de mi mano tienen una memoria más fiel que mi memoria?


12. Lo qué uno quiere de verdad, es lo que está hecho para uno; entonces hay que tomarlo, o intentar: en eso se te puede ir la vida, pero es una vida mucho mejor...


13. ¿Estaré reseco? Sentimentalmente, digo.


14. A veces pienso qué haré cuando toda mi vida sea domingo.


15. Así estamos, cada uno en su orilla, sin odiarnos, sin amarnos, ajenos.


16. Lo nuestro es ese indefinido vínculo que ahora nos une.


17. Creen en Dios sólo porque ignoran que hace mucho tiempo que Dios ha dejado de creer en ellos.


18. El plan trazado es la absoluta libertad. Conocernos y ver que pasa, dejar que corra el tiempo y revisar. No hay trabas. No hay compromisos.


19. Cómo la necesito. Dios había sido mi más importante carencia. Pero a ella la necesito más que a Dios.


20. Ojalá te sientas a la vez protector y protegido, que es una de las más agradables sensaciones que puede permitirse el ser humano.


21. La seguridad de saberme capaz para algo mejor, me puso en las manos la postergación, que al fin de cuentas es un arma terrible y suicida.


22. Posiblemente me quisiera, vaya uno a saberlo, pero lo cierto es que tenía una habilidad especial para herirme.


23. Usted tiene todas las condiciones para concurrir a mi felicidad, pero yo tengo muy pocas para concurrir la suya.


24. Hay una especie de reflejo automático en eso de hablar de la muerte y mirar enseguida el reloj.


25. La verdadera división de las clases sociales habría que hacerla teniendo en cuenta la hora en que cada uno se tira de la cama.


26. Tengo la horrible sensación de que pasa el tiempo y no hago nada y nada acontece, y nada me conmueve hasta la raíz.


27. Ignoraba porque te quería. El deleite frente al misterio, el goce frente a los inesperado, son sensaciones que aveces las módicas fuerzas no soportan.


28. Y padecen la más horrible variante de la soledad: la soledad del que ni siquiera se tiene a sí mismo.


29. Me tomó de un brazo y me dijo, casi apoyándose en mí: ¿Sabés lo que te pasa? Que no vas a ninguna parte.


30. Si alguna vez me suicido será en domingo. Es el día más desalentador, el más insulso. Quisiera quedarme en la cama hasta tarde, por lo menos hasta las nueve o las diez, pero a las seis y media me despierto solo y ya no puedo pegar los ojos. A veces pienso qué haré cuando toda mi vida sea domingo.


31. A mí me cuesta ser cariñoso, inclusive en la vida amorosa. Siempre doy menos de lo que tengo. Mi estilo de querer es ése, un poco reticente, reservando, el máximo sólo para las grandes ocasiones. De modo que si siempre estuviera expresando el máximo ¿Qué dejaría para esos momentos (siempre hay cuatro o cinco en cada vida, en cada individuo) en que uno debe apelar el corazón en pleno? También siento un leve resquemor frente a lo cursi, y a mí lo cursi me parece justamente eso: andar siempre con el corazón en la mano.

Frases de libros similares

Obras parecidas a "La tregua", que comparten frases, tramas, ideas o sucesos afines al libro de Mario Benedetti.

Libros parecidos

Síguenos