Frases de La hoguera de vanidades

La hoguera de vanidades

20 frases de La hoguera de vanidades (The bonfire of the vanities) de Tom Wolfe... Un exitoso asesor financiero de una importante firma de brokers ve cómo toda su vida se desmorona cuando se pierde por las calles del Bronx una noche mientras llevaba al aeropuerto a su amante.

Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Tom Wolfe son: racismo, corrupción, bancos, empresas financieras, sistema financiero, bróker, el sueño americano, sátira, decadencia social, wall street, avaricia, nueva york, infidelidad, muerte por accidente, cinismo, abuso de poder, vanidad.

Frases de Tom Wolfe

Frases de La hoguera de vanidades Tom Wolfe

01. (...) Se tapó con las sábanas hasta los hombros. Quería regresar durante otros cinco o diez minutos a la sublime narcosis del sueño.


02. Voy a darles un buen consejo. Por nada del mundo permitan que les atrape en sus redes el sistema de justicia penal de esta ciudad. En cuanto te meten en toda esa maquinaria, simplemente en la maquinaria, ya estás perdido. Lo único que falta saber es cuánto vas a perder. Desde el momento mismo en que entras en la celda, antes incluso de tener oportunidad de declarar tu inocencia, ya te has convertido en una cifra. Como individuo has dejado de existir.


03. ¿Y qué son todas las fachadas de piedra que hay en la Quinta Avenida, y todos los vestíbulos de mármol y todas las bibliotecas y todas las riquezas de Wall Street, en comparación con el control que yo ejerzo sobre tu destino y tu desamparo ante el Poder?


04. Por mucho que trabajase en Wall Street, mi corazón y mi alma jamás pertenecerían a ese mundo. Mi intención era utilizar Wall Street, para después rebelarme e irme de allí.


05. ¡Qué bohemio...! ¡Qué... Real era este lugar! ¡Qué perfectamente adecuado para esos momentos en los que el Amo del Universo se escapaba de las carilargas propiedades de Park Avenue y Wall Street para dar rienda suelta a sus retozonas hormonas!


06. Estaba, por fin, aplicándose a sí mismo esa frase según la cual "un liberal es un conservador que ha sido detenido por la policía".


07. Con una mentira es posible que engañes a alguien; pero cualquier mentira te dice a ti mismo una gran verdad indiscutible: eres débil.


08. ¿Sabe usted qué es el capital? Usted cree que el capital es algo que alguien posee, ¿No es cierto? Usted cree que el capital son las fábricas, las máquinas, los edificios, las tierras, las cosas que se pueden vender, y también las acciones y el dinero y los bancos y las empresas. Usted cree que el capital es algo que alguien posee porque siempre lo ha poseído....Ustedes lo poseían todo, y siguen poseyéndolo, y por eso creen que el capital consiste en poseer cosas. Pero se equivocan. El capital consiste en controlar las cosas. En controlarlas.


09. Hay personas que son dueñas de las salas de calderas, pero eso sólo no les sirve de nada a no ser que sepan cómo se controla el vapor... ¿Entiende?


10. ¡Toda una oleada de sexos flotaba en el aire! ¡Por todas partes! ¡Inevitable...! ¡Para quien lo quisiera! ¡Andaba por la calle, con el mayor atrevimiento! ¡Te lo encontrabas en todas las tiendas! ¿Qué podía hacer en estas circunstancias un hombre joven? Técnicamente, le había sido infiel a su esposa. Sí, desde luego...Pero ¿Quién podía permanecer monógamo bajo los efectos de esta, esta, esta auténtica marea de concupiscencia que estaba barriendo el mundo? ¡Santo Dios! No se le podía exigir a un Amo del Universo que se comportara como un santo, al fin y al cabo...Era inevitable.


11. No hay ningún detective privado tan eficaz como él en esta ciudad. Es...Capaz...De...Todo. Es el clásico tipo duro, el clásico irlandés de Nueva York, un tipo que ha vivido en el mismísimo infierno. Los críos con los que Ed pasó su infancia acabaron todos siendo delincuentes o polis. Los que se hicieron polis fueron aquellos a los que la parroquia logró cazar, aquellos que sentían un poquitín de mala conciencia. Pero en el fondo son todos iguales. A todos les gustan las mismas cosas. Les encanta machacar cabezas y hacer saltar dentaduras. La única diferencia está en que, si eres poli, puedes hacerlo legalmente, y con la bendición del cura, que además, y por si acaso, desvía la vista hacia otro lado.


12. Y en ese momento llevó a cabo un horrible descubrimiento, el mismo que todos los hombres, tarde o temprano, hacen en relación con su respectivo padre. Por vez primera comprendió que el anciano que tenía junto a él no era un padre envejecido sino un muchacho, un muchacho muy parecido al que había sido él mismo, un muchacho que creció, tuvo un hijo y, lo mejor que pudo, obedeciendo a su sentido del deber y también, quizás, por amor, adoptó un papel consistente en Ser Padre, a fin de que su hijo tuviera una figura mítica e infinitamente importante a su lado: la figura del Protector encargado de impedir que se destapara la caja que contenía todas las posibilidades de caos y desastre que la vida podía traer consigo.


13. - ¿Qué le pareció la facultad? -Estaba bien. Nadie entendía ni jota de lo que yo decía. Daba lo mismo que fueses del Afganistán como de Sunnyside, Queens, que era mi caso. Pero me gustó. Un sitio precioso. Y, para como están actualmente las facultades de derecho, no era muy difícil. Al menos no intentan sepultarte bajo una montaña de detalles. Te dan una visión académica, una visión global. Te permiten entender cómo funcionan los grandes esquemas legales. Para eso son buenísimos. Yale es fantástico para cualquier especialidad, a no ser que pretendas trabajar con gente que calza zapatillas deportivas, que lleva armas, que trafica con drogas, que vive de la pornografía...


14. Cuando el Mercedes ascendía por el gran arco del puente, vio la isla de Manhattan a su izquierda. Los rascacielos estaban tan apretujados que hasta se notaba su masa, su estupendo peso. ¡Cuántos millones de personas de todo el mundo anhelaban ir a esa isla, entrar en esos rascacielos, caminar por esas calles tan estrechas! Allí estaba la ciudad que en el siglo XX desempeñaba la función de la antigua Roma, de París, de Londres, la ciudad de la ambición, la densa roca magnética, el destino irresistible de todos cuantos estaban empeñados en vivir en el lugar donde ocurría todo... ¡Y él era uno de los que habían ganado esa batalla! ¡Un triunfador que vivía en Park Avenue, la calle soñada! ¡Y trabajaba en Wall Street, en un piso cincuenta, en la legendaria firma de Pierce & Pierce, dominando el mundo!


15. Qué americano era dar por supuesto que aquellos serios chinos iban a sentirse complacidos en cuanto uno de los clientes mostrara su preferencia por los artilugios de su lejana cultura... Qué americano era sentirse culpable a no ser que uno decidiera pelearse con los escurridizos fideos y pedazos de carne con aquellos objetos que parecían agujas gruesas de calceta.


16. Vulgar, pero no tan vulgar como Louis Vuitton, pensó...


17. En la pequeña habitación llena de gente Kramer estaba sufriendo la grave herida que sienten los hombres cuando su ego pierde la virginidad... Lo mismo que les ocurre cuando alcanzan a oír por vez primera la auténtica y sincera opinión que una mujer bella tiene de su masculinidad.


18. Su genio apenas había comenzado a dar frutos. Y el periodismo era simplemente su oficio, apenas una etapa inicial de la carrera que le convertiría finalmente en novelista.


19. Aquellos individuos estaban conectados por unos hilos invisibles a cierto peligroso... Poder...


20. Pensó en usar un cuchillo. Considerado en abstracto, un cuchillo largo, de los de cocina, parecía la imagen misma de la eficacia. Pero luego trató de representarse la escena mentalmente. ¿Dónde se lo clavaría? ¿Soportaría el dolor? ¿Y si al final sólo era capaz de armar un gran zafarrancho de sangre, pero sin obtener su propósito? ¿Tirarse por la ventana? ¿Cuánto tiempo tardaría, desde esa altura, en darse de bruces contra el suelo? Unos segundos...Unos segundos interminables... ¿En qué pensaría durante esos instantes?

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