Frases de American Psycho

American Psycho

20 frases de American Psycho (American psycho) de Bret Easton Ellis... Historia de un yuppie asesino de Manhattan a finales de los ochenta, escrita como la escribiría un psicópata, en un estilo que expresa sus obsesiones, manías, sadismos, odio y vacío existencial.

Frases de Bret Easton Ellis

Frases de American Psycho Bret Easton Ellis

01. Todo ello se reduce a: muere o adáptate.


02. Y aunque noto que me abandona la frialdad que siempre tengo, el entumecimiento probablemente nunca querrá desaparecer. Esta relación probablemente no llevará a nada... No cambiará nada.


03. La gente se acostumbra a todo, ¿No crees? El hábito afecta a las personas.


04. Mi máscara de cordura amenazaba con desaparecer. Para mí era la estación más dura y necesitaba vacaciones.


05. Creo que hay muchísimos copos de nieve que son iguales... Y creo que hay muchísimas personas que también son iguales.


06. ¿Es el mal algo que uno es? ¿O es algo que uno hace?


07. ¿Entonces a qué te dedicas? (...) ¿Eres modelo? –Se encoge de hombros–. ¿Actor? No –digo yo–. Halagador, pero no. ¿Entonces qué? Normalmente me dedico a asesinar y ejecutar a gente.


08. Me río como un maníaco, luego respiro a fondo y me toco el pecho, esperando que el corazón esté latiendo rápida, impacientemente, pero no noto nada.


09. Pero... ¿Qué va a ser de nosotros? ¿Y de nuestro pasado juntos? –pregunta, con la mirada vacía. –El pasado no es real. Sólo es un sueño –digo yo–. No menciones el pasado.


10. Pues lo cierto es que el mundo es mejor cuando han desaparecido algunas personas. Nuestras vidas no están interrelacionadas. Esa teoría es una mentira. Hay personas que la verdad es que no deberían estar aquí.


11. Quiero volver a follar contigo –le digo–, pero no me gusta ponerme un condón porque no noto nada. Y ella me dice tranquilamente, apartando la boca de mi arrugada polla, y mirándome: –Si no lo usas, tampoco vas a sentir nada.


12. Tengo recursos para dar y vender...Soy creativo, soy joven, no tengo escrúpulos, estoy motivado a tope, soy ingenioso a tope. En esencia lo que digo es que la sociedad no puede permitirse el lujo de prescindir de mí. Soy una buena inversión.


13. En la cocina trato de hacer filetes con la carne de la chica, pero la tarea se vuelve frustrante y me paso la tarde untando las paredes con ella, masticando los trozos de piel que le arranqué del cuerpo, y luego me siento a descansar viendo una cinta del nuevo programa de la CBS, Murphy Brown.


14. (...) Hay como una idea de Patrick Bateman, una especie de abstracción, pero no hay un yo auténtico, sólo una entidad, algo ilusorio, y aunque yo pueda disimular mi fría mirada y tú puedas estrecharme la mano y notar que su carne aprieta la tuya y puede que hasta puedas considerar que nuestros estilos de vida son parecidos: sencillamente, yo no estoy aquí.


15. Tenía todas las características de los seres humanos -carne, sangre, piel, pelo- pero mi despersonalización era tan intensa, se había hecho tan profunda, que la capacidad habitual para sentir compasión había quedado erradicada, víctima de un lento y decidido borrado. Me limitaba a imitar la realidad, tenía un tosco parecido con un ser humano y sólo me funcionaba un oscuro rincón del cerebro.


16. Un telón de miles de estrellas brilla en el cielo y me humilla lo muchas que son, lo que me cuesta bastante soportar. Jean se encoge de hombros y asiente después de que yo diga algo sobre las formas de la ansiedad. Es como si a su mente le costara mucho comunicarse con la boca, como si tratara de realizar un análisis racional de quién soy, lo que es, por supuesto, imposible: no... existe... una... clave.


17. Dejo el periódico, me concentro en la música y el tiempo que hace, que es irracionalmente frío, y empiezo a notar el modo en que mira el taxista por el retrovisor. Una expresión de sospecha le cambia los rasgos de la cara –una masa de poros obstruidos, pelos que crecen hacia dentro–. Suspiro, ignorándole. Abre el capó de un coche y te dirá algo sobre la gente que lo diseñó, es sólo una de las muchas frases que me torturan.


18. Odio quejarme, de verdad que lo odio, de la basura, los desperdicios, la enfermedad, de lo sucia que está esta ciudad y tú sabes y yo sé que es una pocilga...(...) Y saca el periódico de hoy–. En el de hoy, sólo en el de hoy..., vamos a ver..., modelos estranguladas, bebés tirados desde el techo de los edificios, niños asesinados en el metro, una reunión comunista, un jefe de la Mafia liquidado, nazis...–recorre las páginas con excitación–, jugadores de béisbol con sida, más porquería de la Mafia, atascos, vagabundos sin casa, diversos maníacos, enjambres de maricones llenando las calles, madres de alquiler, la supresión de una serie televisiva, niños que consiguen entrar en un zoológico y torturan y queman vivos a varios animales, más nazis..., y el chiste es, la gracia final es, que todo eso pasa en esta ciudad..., no en otro sitio.


19. Todo lo que tengo en común con el incontrolado y el loco, el depravado y el malvado, todas las mutilaciones que he practicado y mi absoluta indiferencia hacia ellas, ahora lo he sobrepasado. Con todo, todavía me aferro a una sencilla y triste verdad: nadie está a salvo, nadie se ha redimido. Sin embargo, yo soy inocente. Debe asegurarse que cada modelo de conducta humana tiene cierta validez. ¿Es el mal algo que uno es? ¿O es algo que uno hace? Mi dolor es constante e intenso y no espero que haya un mundo mejor para nadie. De hecho quiero que mi dolor les sea infligido a otros. No quiero que nadie escape. Pero incluso después de admitir esto –y yo lo admito, incontables veces, en todos y cada uno de los actos que he cometido– y de encarar estas verdades, no hay catarsis. No consigo un conocimiento más profundo de mí mismo, no se puede extraer ninguna comprensión nueva de nada de lo que digo. No hay razón para que te cuente nada de esto. Esta confesión no significa nada...


20. (...) Donde había naturaleza y tierra, vida yagua, vi un pasaje desierto que no tenía fin; parecía una especie de cráter, tan desprovisto de razón y luz y espíritu que la mente no lo podía concebir en ningún plano consciente y si te acercabas la mente se tambaleaba y retrocedía, incapaz de percibirlo. Me resultaba una visión tan clara y real y vital que su pureza casi era abstracta. Y era lo único –que conseguía entender, que aquello era igual a como yo vivía, a como hacía que las cosas se movieran a mi alrededor, al modo en que trataba con las cosas tangibles. Era la geografía en torno a la que daba vueltas mi realidad: no se me había ocurrido, nunca, que las personas fueran buenas o que un hombre fuese capaz de cambiar o que el mundo podría ser un lugar mejor si uno se complaciera en un sentimiento o una mirada o un gesto, si recibiera amor o cariño de otra persona. Nada era afirmativo, el término "generosidad de espíritu" no se aplicaba a nada, era un tópico, era una especie de chiste malo. El sexo es matemáticas. La individualidad ya no es una opción. ¿Qué significa la inteligencia? No tiene sentido tratar de definir lo que es la razón, el deseo. El intelecto no es la cura. La justicia ha muerto. Miedo, recriminación, inocencia, simpatía, culpabilidad, fracaso, dolor, eran cosas, emociones, que ya nadie sentía de verdad. La reflexión es inútil, el mundo no tiene sentido. Lo único que permanece es el mal. Dios ya no está vivo. No se puede confiar en el amor. Superficie, superficie, superficie era lo único en lo que se encontraba un significado..., en esta civilización tal y como yo la veía, colosal y mellada...

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