11 frases de Incidentes (One good turn) de Kate Atkinson... Jackson Brodie, ex militar, ex policía y ahora también ex detective privado, se ve convertido en sospechoso de asesinato. ¿Podrá probar su inocencia? ¿Quién está detrás del hecho?.
- 01. Frases de Incidentes
- 02. Obras similares
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Kate Atkinson son: asesinato, sospechas, falsa acusación, misterio, búsqueda de la verdad.
Frases de Kate Atkinson Libros de Kate Atkinson
Frases de Incidentes Kate Atkinson
01. El mundo era así, las cosas cambiaban pero no mejoraban.
02. Siempre son momentos difíciles cuando un ser querido está en el hospital...
03. (...) Nunca había sentido ese impulso autista y (por lo general) masculino de coleccionar y recopilar datos.
04. A veces parecía que Dios diese un poco con una mano y quitase mucho con la otra.
05. Le decías un par de palabras a alguien, "¿Puedo ayudarle?", y era como si le hubieras ofrecido hipotecar tu alma.
06. No puedes tener ambas cosas...Duro y tierno a la vez. Los hombres son como bistecs: son de una forma o de la otra.
07. Imaginaba que los escritores eran personas a las que no les gustaba tener demasiado contacto con otras personas, no fuera eso a impedirles escribir.
08. A veces se preguntaba por qué se molestaría nadie en salir gateando de la cuna cuando todo lo que le esperaba era tan complicado.
09. Cuando nació, la comadrona había comentado: "Los chicos te destrozan la casa, las chicas te destrozan la mente". Archie parecía resuelto a hacer las dos cosas.
10. Decían que el amor te volvía fuerte, pero ella opinaba que la volvía débil. Se te hincaba como un sacacorchos en el corazón y no había forma de sacarlo de ahí sin que se hiciera pedazos.
11. No era culpa suya (tenía que recordarse a diario) que un cruel imperativo biológico lo hubiese convertido en una fábrica de hormonas que hacía horas extra, produciendo torrentes de ellas en turnos dobles. Debería estar fuera jugando al fútbol, o al billar con un club juvenil de la iglesia, desfilando con los cadetes del Ejército, cualquier cosa que canalizara la superabundancia de sustancias químicas en su cuerpo, pero no, pasaba las horas tumbado en la apestosa guarida que era su cuarto, enganchado al iPod, a la PlayStation, al ordenador, a la televisión, como una especie de híbrido medio humano medio robot que necesitara electricidad para mantenerse con vida. El chico biónico.
