
10 frases de El ojo de Eva (Evas oye) de Karin Fossum... Eva Magnus, una joven pintora de escaso éxito, presencia el asesinato de su amiga prostituta Maja. Se inicia así un torbellino criminal al que Eva se ve arrastrada... Primera aparición del inspector Konrad Sejer.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Karin Fossum son: ficción con policías, detective, prostitución, misterio, muerte, mentiras, sospechas, pobreza.
Frases de Karin Fossum Libros de Karin Fossum
Frases de El ojo de Eva Karin Fossum
01. Los sensatos, los que no están en ninguno de los dos extremos, son más bien escasos, desgraciadamente.
02. - Pareces cansada. -Tengo algunas preocupaciones. Se alisó la falda. - ¿Cosas de artista? -preguntó él, sin pizca de ironía. -No. Cosas concretas y terrenales.
03. (...) Ésta dejó inmediatamente el libro que estaba leyendo. Había llegado a una prometedora escena de amor, la reservaría para cuando se hubiera acostado.
04. Como tú, soy autónoma. Dirijo una pequeña empresa con un solo empleado, que soy yo. Trabajo dura y decididamente para acumular una cierta suma de dinero.
05. La gente que llega al extremo de matar a alguien con un cuchillo suele llevarse una gran sorpresa...Es mucho más difícil de lo que uno cree.
06. El asesino tuvo que acuchillarle por detrás; por eso no llegó a dar en el blanco. Resulta mucho más complicado llegar a los órganos vitales de esa manera.
07. Sentía una enorme simpatía por Eva, pero vivía en un mundo que le era totalmente ajeno, el mundo del arte. Él nunca se había sentido a gusto en ese mundo.
08. Tuvo que ser una experiencia terrorífica: él acuchilla una y otra vez, la víctima no deja de gritar, al asesino le entra el pánico y no es capaz de parar. Eso suele pasar.
09. La mentira... Es como una bola de nieve, ¿Ha pensado en eso alguna vez? Al principio es muy pequeña, pero conforme va rodando se va haciendo cada vez mayor. Al final es tan grande que ya no se puede sostener.
10. Unas veces, ni un alma ha visto u oído nada, o creen que no es importante. Otras, o la gente está tan sedienta de publicidad que nos asaltan con toda clase de sospechas, o tienen tanto miedo de hacer el ridículo que optan por callarse.