
14 frases de El último golpe (Indigo slam) de Robert Crais... Pese a estar en un programa de protección de testigos, Clark Hewitt es perseguido por la mafia rusa. No puede acudir nuevamente al FBI porque sigue imprimiendo billetes falsos... ¿Podrá hacer algo el detective Elvis Cole?.
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Frases de El último golpe Robert Crais
01. Si consigues parecer listo, la gente creerá que lo eres.
02. En realidad, ni siquiera era una prueba, pero no me gusta ser derrotista.
03. -Tiene mucho mejor aspecto. -He llegado a un acuerdo de paz con mi incertidumbre.
04. La honestidad puede ser la mejor política, pero marcharme a tiempo era más astuto de mi parte.
05. Era la mujer más independiente que había conocido, pero quizá no siempre hubiera sido así. Quizá necesitara recordárselo a sí misma.
06. - ¿Has aceptado el trabajo? -Todavía no, pero me han hecho una oferta muy interesante. Sus ojos verdes eran increíbles. No tenían fondo.
07. En todos los secuestros hay dos escenas del crimen. La primera es donde te pillan y la segunda, el lugar en que la policía encuentra tu cuerpo.
08. Es la manera que a menudo tenemos los adultos de hablar a los niños. Sabemos que no van a escucharnos, pero queremos decírselo de todos modos, sólo por saber que lo hemos hecho.
09. Esta semana tengo una oferta especial. Encuentro a dos personas desaparecidas por el precio de una...Quizás estuviera haciendo un trabajo para el colegio: "Un día en la vida del mejor detective del mundo".
10. Comió, tragó y se relamió como si no hubiera oído nada. Quizá viviera en su mundo y el resto de la familia en otro, de manera que sus mundos solamente coincidían en algunas ocasiones.
11. Aparqué en el sótano, luego tomé el ascensor hasta el piso correspondiente y allí pasé por un detector de metales y le di mi nombre a un tipo que parecía haberse comido un Pontiac para desayunar. Finalmente tomé otro ascensor hasta el diecisiete.
12. Esa tarde, cuando llegué a casa, el gato estaba sentado junto a su bol en la cocina. Hablé de todo eso con él mientras hacía la comida y le pregunté: - ¿Tú qué harías? El gato pestañeó y luego se recogió para lamerse el ano. Los gatos llevan vidas sencillas.
13. Me fui abriendo paso por la autopista e hice el largo camino hacia el norte en dirección al aeropuerto de Los Ángeles, mirando de vez en cuando por el retrovisor en busca de rusos, agentes federales y matones vietnamitas con fusiles Benelli. Si reuniera a todos esos tipos podría organizar una buena fiesta.
14. En la terminal, la gente iba y venía según los horarios de los principales vuelos de primera hora, los que llevaban a Nueva York, Miami o Chicago. Luego, a medida que el número de vuelos se incrementaba, el flujo fue creciendo. A las ocho y media nos separamos para colocarnos en lugares desde donde pudiéramos ver bien todos los puntos de acceso, por si Clark aparecía. No apareció. La que sí apareció fue una familia de Hare Krishnas dando chasquidos con los dedos y ofreciendo panfletos a cambio de dinero. Se desplazaban de una persona a otra hasta que llegaron a Pike y pasaron de largo corriendo. El instinto de supervivencia es poderoso.