
14 frases de El rayo que no cesa de Miguel Hernández... Poemario de temática amorosa, inspirado por su amante Maruja Mallo y compuesto principalmente por sonetos, siendo según muchos críticos su obra más acabada.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Miguel Hernández son: desamor, fuerza de la pasión, búsqueda de placer, erotismo, desengaño, decepción.
Frases de El rayo que no cesa Miguel Hernández
01. No perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra ni a la nada.
02. Nadie me salvará de este naufragio si no es tu amor, la tabla que procuro, si no es tu voz, el norte que pretendo.
03. Cereal geometría de la tierra, la celeste substancia, oculta su presencia en una sombra blanca. ¿Cómo tienes?, bajeza de la espiga, Mi No Sé Qué en tu sitio... Enigma, enigma: ¡Enigma! Descubierto, escondido.
04. No sé qué es de mi oreja sin tu acento, ni hacia qué polo yerro sin tu estrella, y mi voz sin tu trato se afemina. Los olores persigo de tu viento y la olvidada imagen de tu huella, que en ti principia, amor, y en mí termina.
05. No hay extensión más grande que mi herida, lloro mi desventura y sus conjuntos y siento más tu muerte que mi vida.
06. Alto soy de mirar a las palmeras, rudo de convivir con las montañas... Yo me vi bajo y blando en las aceras de una ciudad espléndida de arañas. Difíciles barrancos de escaleras, calladas cataratas de ascensores, ¡Qué impresión de vacío!, ocupaban el puesto de mis flores, los aires de mis aires y mi río.
07. Coloco relicarios de mi especie a tu talón mordiente, a tu pisada, y siempre a tu pisada me adelanto para que tu impasible pie desprecie todo el amor que hacia tu pie levanto.
08. Tu corazón, una naranja helada con un dentro sin luz de dulce miera y una porosa vista de oro: un fuera venturas prometiendo a la mirada.
09. A las aladas almas de las rosas del almendro de nata te requiero, que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero.
10. Teme que el barro crezca en un momento, teme que crezca y suba y cubra tierna, tierna y celosamente tu tobillo de junco, mi tormento, teme que inunde el nardo de tu pierna y crezca más y ascienda hasta tu frente.
11. Quiero decirte, amor, con sólo esto, que cuando tú me das a la olvidanza, reconcomido de desesperanza ¡Cuánta pena me cuestas y me cuesto! Mi verdadero gesto es desgraciado cuando la soledad me lo desnuda, y desgraciado va de polo a polo. Y no sabes, amor, que si tú el lado mejor conoces de mi vida cruda, yo nada más soy yo cuando estoy solo.
12. ¡Ay!, ¡Ama!, campesino, ¡Adámate! De amor por tus labores. El encanto del campo está seguro para ti, en ti, por ti, de ti lo espero. En nombre de la espiga, te conjuro: ¡Siembra el pan! Con esmero. Día vendrá un cercano venidero en que revalorices la esperanza, buscando la alianza del cielo y no la guerra. ¡Tierra! De promisión y de bonanza volverá a ser la tierra.
13. Sigue, pues, sigue cuchillo, volando, hiriendo. Algún día se pondrá el tiempo amarillo sobre mi fotografía.
14. Un carnívoro cuchillo de ala dulce y homicida sostiene un vuelo y un brillo alrededor de mi vida.