
36 frases de El precio de la sal (The price of salt) de Patricia Highsmith... Therese Belivet, una solitaria y melancólica escenógrafa conoce a Carol Aird, una elegante mujer recién divorciada. A partir de ese encuentro casual se desarrolla una compleja historia de amor.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Patricia Highsmith son: homosexualidad, historia de amor, aislamiento, amar con locura, arriesgarse a ser feliz, belleza de la vida, luchar por un sueño, grandes amigos, reencuentro, descubrimiento de la orientación sexual.
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Frases de El precio de la sal Patricia Highsmith
01. La desesperanza que impregnaba completamente el final de su vida.
02. ¿La gente siempre se enamora de cosas que no puede comprar? Siempre.
03. Su risa era un sonido más hermoso que la música.
04. ¿Hay algo más aburrido que la historia del pasado? Quizá un futuro sin historia.
05. Su vida era una serie de zigzags. A los diecinueve años estaba llena de ansiedad.
06. Siento que estoy en un desierto con las manos extendidas y tú estás lloviendo sobre mí.
07. Intentó mantener un tono firme, pero era fingido, como fingir autocontrol cuando alguien que quieres está muerto ante tus ojos.
08. Yo sé lo que les gustarla, un vacío que ellos pudieran llenar. Una persona con ideas propias les molesta terriblemente.
09. La felicidad era un poco como volar, pensó, como ser una cometa. Dependía de cuánta cuerda se le soltara...
10. Las amistades son el resultado de ciertas necesidades que pueden estar completamente ocultas para las dos personas, a veces incluso para siempre.
11. La gente a veces intenta encontrar a través del sexo cosas que son más fáciles de encontrar de otras maneras.
12. Lo que ella sentía por Carol era casi amor, pero Carol era una mujer. No es que fuera una locura, era felicidad.
13. Era extraño y bastante terrible ahondar en algo que quizá fuera fruto de su imaginación y trasladarlo a una situación real.
14. Pero ni siquiera aquella pregunta era suficientemente clara. Quizá después de todo fuese una declaración: no quiero morir todavía sin conocerte.
15. La felicidad era como una hiedra verde que se extendía por su piel, alargando delicados zarcillos, llevando flores a través de su cuerpo.
16. Era fácil, después de todo, abrir simplemente la puerta y escapar. Era fácil, pensó, porque en realidad no se estaba escapando, en absoluto.
17. ¿Qué era querer a alguien, qué era exactamente el amor, y cuándo terminaba o no terminaba? Esas eran las verdaderas preguntas y ¿Quién podía responderlas?
18. Y no tuvo que preguntarse si aquello había ido bien, nadie tenía que decírselo, porque no podía haber sido mejor o más perfecto.
19. Incluso la perla que pendía del lóbulo de su oreja parecía algo vivo, como una gota de agua capaz de desvanecerse con un leve roce.
20. Quiero que el sol caiga sobre mi cabeza como coros musicales. Imagino un sol como Beethoven, un viento como Debussy, y cantos de pájaros como Stravinski. Pero el ritmo es totalmente mío.
21. Otra vez le llegó a Therese el levemente dulce olor de su perfume, un olor que le sugería una seda verde oscuro, que parecía propio de ella, como el aroma de una flor especial.
22. Hacía calor. La estufa siseaba. La habitación olía a ajo y a la ranciedad típica de la vejez, a medicinas y al peculiar olor metálico de la propia señora Robichek....
23. Creo que hay una razón determinada para cada amistad igual que hay una razón para que ciertos átomos se unan y otros no, en un caso faltan unos factores que en el otro están presentes.