
16 frases de El pintor de batallas de Arturo Pérez-Reverte... Junto al Mediterráneo, un antiguo fotógrafo pinta el paisaje intemporal de una batalla en la pared. El pintor y sus dos acompañantes reflejan la compleja geometría del caos del siglo XX.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Arturo Pérez-Reverte son: crueldad, absurdo, teoría del caos, pintor, fotografía, pintura, efecto mariposa.
Frases de Arturo Pérez-Reverte
Frases de El pintor de batallas Arturo Pérez-Reverte
01. Nadie debería irse sin dejar una Troya ardiendo a sus espaldas.
02. En cuestiones de arte, el trabajo original del yo tiene más importancia social que la filantropía.
03. Hay seres humanos, decía, que caminan cien pasos más allá que el resto, y ya nunca regresan.
04. Gracias a usted ya no puedo creer en las certidumbres de los que tienen una casa, una familia, unos amigos.
05. Bien mirado, el mundo ha dejado de pensar en la muerte. Creer que no vamos a morir nos hace débiles, y peores.
06. Usted también cometió vilezas. Cuidado. Su cámara fue cómplice pasivo muchas veces... O activo. Recuerde su maldita mariposa. Recuerde por qué estoy aquí.
07. (...) Conocía de sobra... Los motivos simples por los que un hombre con las dosis adecuadas de fanatismo, rencor o ánimo de lucro mercenario podía matar indiscriminadamente.
08. La fotografía como arte es un terreno peligroso: nuestra época prefiere la imagen a la cosa, la copia al original, la representación a la realidad, la apariencia al ser.
09. Es que la palabra humanitario estropea al fotógrafo. Lo vuelve consciente de sí mismo, y este deja de ver el mundo exterior a través del objetivo. Termina fotografiándose él.
10. Hoy, todas las fotos donde aparecen personas mienten o son sospechosas, tanto si llevan texto como si no lo llevan. Dejaron de ser un testimonio para formar parte de la escenografía que nos rodea.
11. ¿Y sabe lo que creo? Que era usted un buen fotógrafo porque fotografiar es encuadrar, y encuadrar es elegir y excluir. Salvar unas cosas y condenar otras...No todo el mundo puede hacer eso: erigirse en juez de cuanto pasa alrededor.
12. Situaba, en fin, intuiciones e imágenes inconexas sobre el escaqueado riguroso de un inmenso tablero de ajedrez que abarcase el mundo, la razón y la vida. Y es duro, estaba diciendo su amigo, asumir la ausencia de sentimientos del universo: su despiadada naturaleza.
13. También supo, de nuevo, lo que ya sabía: que la política, la religión, los viejos odios, la estupidez unida a la incultura y a la infame condición humana, arrasaron aquel lugar con una guerra que enfrentó a parientes, amigos y vecinos.
14. En un mundo donde el horror se vende como arte, donde el arte nace ya con la pretensión de ser fotografiado, donde convivir con las imágenes del sufrimiento no tiene relación con la conciencia ni con la compasión, las fotos de guerra no sirven para nada.
15. ¿Ya sabe por qué el ser humano tortura y mata a los de su especie? En esos treinta años de fotografías, ¿Obtuvo una respuesta? No hacen falta treinta años. Cualquiera puede comprobarlo, a poco que se fije...El hombre tortura y mata porque es lo suyo. Le gusta. ¿Lobo para el hombre, como dicen los filósofos? No insulte a los lobos. Son asesinos honrados: matan para vivir.
16. El mundo nunca supo tanto de sí mismo y de su naturaleza como ahora, pero no le sirve de nada. Siempre hubo maremotos, fíjese. Lo que pasa es que antes no pretendíamos tener hoteles de lujo en primera línea de playa...El hombre crea eufemismos y cortinas de humo para negar las leyes de la naturaleza. También para negar la infame condición que le es propia. Y cada despertar le cesta los doscientos muertos de un avión que se cae, los doscientos mil de un tsunami o el millón de una guerra civil.