
23 frases de La Reina del Sur de Arturo Pérez-Reverte... Tras la muerte de su compañero sentimental, Teresa Mendoza se ve envuelta en una peligrosa red de narcotraficantes, por lo que huye a España buscando un lugar y una identidad nueva... ¿Estará a salvo?.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Arturo Pérez-Reverte son: crimen, venganza, violencia, drogas, narcotraficantes, basado en hechos reales, intrigas, suplantación de identidad.
Frases de Arturo Pérez-Reverte
Frases de La Reina del Sur Arturo Pérez-Reverte
01. Siniestra belleza.
02. Relajaba mucho no tenerle miedo a un policía.
03. Ni siquiera eran celos, sino orgullo, costumbre, absurda masculinidad.
04. Es preferible que te respeten a que te quieran.
05. (...) En una tierra donde morir con violencia era morir de muerte natural.
06. A ver si un día te equivocas y dices que me quieres.
07. La vida era a veces tan hermosa que no se parecía a la vida.
08. Había aprendido que lo malo no era la espera, sino las cosas que imaginas mientras esperas.
09. Ningún miedo es insoportable, a menos que te sobren tiempo y cabeza para pensar en él.
10. Y es que, en cuestión de mujeres, a veces oyes canto de sirena y te sale loba de mar.
11. O eres muy listo, o eres un encanto. En cualquier caso, daba lo mismo. Los ojos verdes sonreían de nuevo, seguros y tranquilos.
12. Y el Batman Güemez era tan peligroso que cuando subía a la sierra los coyotes encendían fogatas para que no se les acercara.
13. De fijo ardía en los infiernos, el muy perro, lo mismo que en las canciones de Paquita la del Barrio - ¿Estás ardiendo, inútil?
14. Ocurrió así, como si reanudaran un diálogo interrumpido. Dos viejos conocidos que se encuentran, sin sorprenderse el uno al otro. Dos amigos. Tal vez dos amantes.
15. Parecía al mismo tiempo un niño ocupado con un juguete que absorbe su atención, y un hombre adulto y fiel a cierta misteriosa clase de ensueños.
16. No hay dos libros iguales porque nunca hubo dos lectores iguales. Y que cada libro leído es, como cada ser humano, un libro singular, una historia única y un mundo aparte.
17. Lo inesperado que se presenta de pronto, no con estruendo, ni con señales importantes que lo anuncien, sino deslizándose de forma imperceptible, mansa, del mismo modo que podría no llegar.
18. El acento la hacía parecer educada, con ese vocabulario abundante que tienen los hispanoamericanos, tan lleno de ustedes y de por favores, que los hace parecer a todos académicos de la lengua.
19. El mundo giraba según reglas propias e impenetrables, reglas hechas de albures –en el sentido bromista que en México daban a esa palabra- y azares que incluían apariciones y desapariciones, presencias y ausencias, vidas y muertes.
20. Los libros son puertas que te llevan a la calle. Con ellos aprendes, te educas, sueñas, imaginas, vives otras vidas y multiplicas la tuya por mil. Y también sirven para tener a raya muchas cosas malas: fantasmas, soledades y mierdas así.
21. Ojalá que su piel y sus manos y sus ojos y su boca me borraran la memoria, y yo naciera de nuevo, o muriese de una vez, para decir como si fueran nuevas palabras que no me suenen a traición o a mentira.
22. Nos hacemos fotos, no con el objeto de recordar, sino para completarlas después con el resto de nuestras vidas. Por eso hay fotos que aciertan y fotos que no. Imágenes que el tiempo pone en su lugar, atribuyendo a unas su auténtico significado, y negando otras que se apagan solas.
23. Y si no lees en mi cara o en mi forma de callar lo que me callo, o en la manera en que escucho lo que todavía tienes que decir, es que todo este tiempo junto a mí no te sirvió de nada. Ni las noches ni los días, ni la conversación ni los silencios. Dime entonces adónde mirabas al abrazarme.