Disfruta de estas 18 frases de "El parque de Mansfield"... El mundo de ocio y refinamiento en el que vive una niña gracias a sus tíos dejarán poco a poco de ser inocentes diversiones para alimentar adultas maquinaciones.
Índice
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en las frases y pensamientos de "El parque de Mansfield", de Jane Austen son: sociedad estratificada, clases sociales, secretos, familia, dinero, falsas apariencias, primer amor.
Frases de "El parque de Mansfield"
01. Estuve callada, pero no ciega.
02. Una muchacha tan desenvuelta es natural que asuste a los hombres.
03. No me gusta que la gente se precipite a un fracaso.
04. El egoísmo tiene que perdonarse siempre, porque es un mal que no tiene remedio.
05. Es el deber de cada cual, hacer cuanto se pueda en pro de uno mismo.
06. En el mundo no existen ciertamente tantos hombres de gran fortuna como lindas mujeres que los merezcan.
07. Para la gente joven, nunca son alegres las veladas cuando las personas respetables están en casa.
08. Le ha conferido usted al nombre una tal realidad de dulzura, que nada podría describirla a usted con tanta fidelidad.
09. Somos, indudablemente, un milagro en todos los aspectos; pero nuestra facultad de recordar y de olvidar me parece algo particularmente insondable.
10. Los buenos sentimientos de él y los malos de ella se rendían al amor, y este amor tendría que unirlos.
11. No puedo fijar la mirada en el más simple producto de la naturaleza sin hallar motivo para una desbordada fantasía.
12. Nada me divierte tanto como la facilidad con que los hombres sitúan en la abundancia a los que tienen mucho menos que ellos.
13. Aquel que mejor comprenda y honre sus virtudes, que la ame con más devoción, será quien más derecho tendrá a ser correspondido.
14. No me ponga nerviosa con su reloj. Los relojes siempre se atrasan o se adelantan. Yo no puedo someterme a las arbitrariedades de un reloj.
15. La mano que con tanta fuerza había aprisionado la suya contra su corazón...¡la mano y el corazón aparecían ahora igualmente inertes e impasibles!
16. Que nadie presuma de saber traducir los sentimientos de una mujer joven al obtener la seguridad de un amor para el que apenas se atreviera a guardar una esperanza.
17. No puedo considerar bien a un hombre que juega con los sentimientos de cualquier mujer; con ello se causan a menudo sufrimientos mayores de que lo pueda suponer un observador circunstancial.
18. Ella había amado, amaba todavía, y albergaba dentro de sí todo el sufrimiento que un temperamento apasionado y un espíritu altivo puedan conocer ante el desengaño de una preciada aunque absurda ilusión, unido a una fuerte sensación de injusticia. Su corazón destilaba ira y rencor, y sólo era capaz de rencorosos consuelos.
