21. -Escucha, estás cansada. Todas vosotras estáis cansadas. - ¡No paras de decir eso! - ¡Porque por desgracia es verdad! -Es algo más que mero cansancio, ¿No? ¿Por qué no quieres verlo? -Veo lo que tengo delante -dije-. Y luego hago deducciones sensatas. Es lo que hacen los médicos.
22. Había sitios en que estaba marcada por huellas de pájaros caricaturescas, y no tardamos en encontrar rastros más enjundiosos, de patas que parecían caninas y pezuñas de zorros. Los seguimos durante unos minutos; nos llevaron hasta los viejos edificios anexos. Allí el aire de embrujo general era incluso más acusado.
23. Estoy pensando en las heridas de Rod. Me parece que se está castigando. Está claro que se siente culpable (... ). Quizá esté intentando hacerse daño, casi de un modo inconsciente. Por otro lado, quizá nos esté pidiendo ayuda. Conoce mis aptitudes como médico. Podría ser que se esté lastimando justamente con la esperanza de que yo intervenga y tome una decisión drástica...
24. Produce un horror especial la apariencia de un ahorcado, y el cuerpo de la señora Ayres tenía un aspecto atroz, abotargado y oscuro. Era evidente que llevaba muerta algún tiempo -su cuerpo ya estaba frío- y sin embargo, según testimonio de Betty cuando aquel día hablé con ella más tarde, Caroline se inclinó para zarandearla y reprenderla, hablando no con suavidad o tristeza, sino diciéndole, casi como en broma, que debía despertar, recomponerse.
25. Era la cosa más horripilante que he visto en mi vida -dijo Rod, al describírmela con la voz temblorosa, y al recordarlo se enjugaba el sudor que le había rebrotado en los labios y la frente-. Y lo más espeluznante era que el espejo fuese un objeto tan corriente. Si..., no sé, pero si de repente hubiera aparecido alguna fiera en la habitación, un fantasma o una aparición, creo que habría soportado mejor el sobresalto. Pero aquello...Era odioso, era impropio. Era como si todas las cosas de la vida cotidiana pudiesen empezar a moverse de aquel modo en cualquier momento y...Te acosaran.