
2 frases de Ronda nocturna (The night watch) de Sarah Waters... Relato de la vida de cuatro jóvenes londinenses durante el Blitz y la dura posguerra. Retrocediendo en el tiempo iremos descubriendo exactamente en qué medida afectó la experiencia de la guerra a estos personajes.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Sarah Waters son: posguerra, blitz, bombardeos, londres.
Frases de Sarah Waters Libros de Sarah Waters
Frases de Ronda nocturna Sarah Waters
01. ¿Eso es el sentido de esta guerra? –preguntó Julia. - ¿Tú cuál crees que es? Creo que es nuestro amor a la barbarie, más que nuestro amor a la belleza. Creo que el espíritu que se le infundió al edificio de St. Paul ha demostrado ser flaco: es como pan de oro y ahora se está levantando, se descascarilla. Si no nos pudo librar de la última guerra y no ha podido librarnos de esta..., de Hitler y el nazismo, del odio a los judíos, del bombardeo de mujeres y niños en capitales y ciudades... ¿De qué sirve? Si tenemos que combatir con tanto ahínco para conservarlo, ¡Si unos ancianos tienen que patrullar por los tejados de las iglesias para barrer de ellas las bombas incendiarias con unos cepillos! , ¿Qué valor tiene? ¿Qué lugar ocupa en el centro del corazón humano?
02. Él le subió la falda y le pasó la mano por la parte desnuda de la pierna, debajo de la nalga. Ella pensó que su vestido de crespón se estaría arrugando, que se le estaría enganchando las primorosas medias zurcidas por las hadas, pero ahuyentó el pensamiento. Al volver la cabeza, las campanillas se le cayeron del pelo y se le aplastaron, pero a ella no le importó. Percibió el olor a polvo, el olor repulsivo de la moqueta del hotel; se imaginó a todos los hombres y mujeres que quizá se hubieran abrazado encima o que acaso estaban tendidos así ahora, en otras habitaciones, en otras casas..., unos desconocidos para ellos...La idea, de pronto, le pareció encantadora. Reggie se abatió sobre su cuerpo, como tenía que ser, y ella dejó que sus miembros se ablandaran, cediendo al peso del otro cuerpo, pero siguió moviendo las caderas. Se olvidó de su padre, de su hermano, de la guerra; se sintió expulsada fuera de sí misma, liberada.