
6 frases de El color surgido del espacio (The color out of space) de Howard Phillips Lovecraft... Un narrador anónimo cuenta la historia de un área conocida por los lugareños como el "maldito brezo" donde hace muchos años un meteorito se estrelló, enloqueciendo y deformando a todos los seres vivos.
Frases de Howard Phillips Lovecraft Libros de Howard Phillips Lovecraft
Frases de El color surgido del espacio Howard Phillips Lovecraft
01. Debía tratarse de una enfermedad natural...Aunque resultaba imposible conjeturar qué clase de enfermedad producía aquellos terribles resultados.
02. Ninguna escuela de arte conocida había alentado la creación de este terrible objeto, pero cientos e incluso miles de años parecían estar marcados sobre su oscura y verdosa superficie de piedra cuya identificación resultaba imposible.
03. (...) Siempre que las estrellas estuvieran en posición, podían saltar de un mundo a otro a través de los cielos; mas cuando las estrellas no eran propicias, Ellos no podían vivir. Pero aunque no pudieran vivir, tampoco morirían realmente.
04. No cabía duda de que las descripciones de sueños y los recortes recopilados por el profesor venían a corroborar los hechos, pero la racionalidad de mi mente y la extravagancia de todo este tema me llevaron a adoptar lo que a mi juicio eran las conclusiones más sensatas.
05. Lo que siguió entonces fue una exhaustiva comparación de detalles y un momento de pavoroso silencio cuando el detective y el científico llegaron a la conclusión de la práctica identidad de la frase común a aquellos dos rituales diabólicos pertenecientes a mundos tan diferentes y distantes entre sí.
06. Al Oeste de Arkham, las colinas se yerguen selváticas, y hay valles con profundos bosques en los cuales no ha resonado nunca el ruido de un hacha. Hay angostas y oscuras cañadas donde los árboles se inclinan fantásticamente, y donde discurren estrechos arroyuelos que nunca han captado el reflejo de la luz del sol. (...) Pero todas ellas están ahora vacías, con las amplias chimeneas desmoronándose y las paredes pandeándose debajo de los techos a la holandesa.