
16 frases de El canalla sentimental de Jaime Bayly, libro de 2008.... Jaimito vive solo en Miami (Estados Unidos), viajando a Lima (Perú) donde vive su ex mujer, Sofía, con sus dos hijas y también a Buenos Aires (Argentina), donde vive su novio Martín. Esta es su historia.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Jaime Bayly son: ambientada en florida (estados unidos), ambientada en lima (perú), bisexualidad, buenos aires, complicidad, historia de amor, padres divorciados.
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Frases de El canalla sentimental Jaime Bayly
01. Es todo muy feliz. Es todo muy falso y vulgar.
02. Es lo que soy: una buena persona cuando no escribo y una mala persona cuando escribo.
03. Camino abatido. Sabía que podía ser un tonto y ésta es la confirmación definitiva.
04. La música empieza a sonar...Los ritmos son odiosos; la voz, plañidera; las letras, cursis; todo suena predecible, repetido, falsete, bobalicón.
05. Al colgar, me pregunto si sentirá curiosidad de leer mis correos y, por las dudas, borro unos pocos, de índole amorosa, que prefiero que no lea.
06. Espero que encuentres serenidad y sabiduría para comprender y perdonar los defectos de los otros, que a veces son más pequeños que los nuestros.
07. (...) Resulta evidente que la amistad ha sido desbordada por una forma de amor que roza más la complicidad fraternal que las servidumbres convencionales de la vida en pareja.
08. Los amantes que más se aman pelean a menudo no por falta de amor sino por exceso de amor, que es como una droga que los intoxica y los hace ver alucinaciones peligrosas.
09. Lo curioso de las peleas amorosas es que a veces se originan por las situaciones más inocentes o por malentendidos absurdos o por sospechas que están divorciadas por completo de la realidad.
10. Meto los billetes dentro de una media polar y la arrojo de vuelta al piso. Pienso: Un ladrón no buscaría nunca dentro de una media. Pienso: Soy una persona astuta. Luego sigo con mi vida y me olvido del asunto.
11. Tantos años después de que lo dejara para estar conmigo, ahora estaba yo en el teléfono buscándole un hotel en París para que pudiera reunirse con él. Después de todo, me parecía un acto de justicia.
12. Estoy inscrito en un gimnasio. Tengo una credencial con mi fotografía...Camino dos cuadras, la distancia que separa mi casa de ese gimnasio moderno, lleno de gente optimista (que me irrita) y estremecido por aquellos ritmos vocingleros que escupen los parlantes (que me irritan más aún).
13. Cuando regreso a casa, hago lo que suelo hacer cuando estoy abatido: me quito la ropa, me meto desnudo a la piscina y me quedo quieto, en silencio, mirando las nubes, los pájaros posados sobre los cables de luz, las lagartijas inquietas. Organizo mi vida, mis trabajos, mis asuntos.
14. No hay placer superior que el de evadirse de la realidad, no ya leyendo sino durmiendo y esperando con curiosidad las historias que viviré en mis sueños, en las que suelo ser un hombre seductor, aventurero, valiente, emprendedor, todo lo contrario de lo que soy en la vida misma.
15. Montando en bicicleta he recordado que una vez le escribí a mi padre desde Madrid una carta en inglés y he pensado que tal vez fue una manera de decirle que si no podíamos ser amigos en español, tal vez podíamos intentarlo en inglés, pero él nunca respondió.
16. Delia es más tímida y callada y sólo interviene cuando le hago preguntas. Eso me gusta de ella, que sabe escuchar. Es inteligente, aguda, refinada en sus bromas y observaciones. Como Thais y Esther, perdió a un hijo y me lo cuenta con enorme dignidad. Se llamaba Mario, tenía cuarenta años o poco más cuando murió de sida. Delia lo cuidó y acompañó hasta el final, como la madre ejemplar que es. Me enseña una foto de él, un hombre guapo, de traje y corbata, sonriente. Me enseña su tarjeta, con una dirección en Coconut Grove. Me habla de su Mario con una ternura y una devoción que me conmueven.