17 frases de Danza de dragones (A Dance with Dragons) de George R. R. Martin... Libro que sigue el caos en Poniente después de la Guerra de los Cinco Reyes, destacando frases de intrigas políticas, conflictos, y la creciente amenaza del invierno, mientras dragones y ambiciones compiten por el control del Trono de Hierro.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de George R. R. Martin son: guerra de los cinco reyes, devastación, dragones, inestabilidad política, lucha por el poder, traición, refugiados, conflictos morales, manipulación política, corrupción.
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Frases de Danza de dragones George R. R. Martin
01. Una doncella sin lengua no divulgaría ningún secreto.
02. Un hombre tiene que saber mirar antes de aspirar a ver.
03. Para ser el rey de los conejos hay que ponerse las orejas largas.
04. El pasado sigue en el pasado. Podemos aprender de él, pero no cambiarlo.
05. Un lector vive mil vidas antes de morir. Aquel que nunca lee vive solo una.
06. Ningún hombre es libre. Eso solo se lo creen los niños y los idiotas.
07. El mundo no es sino una gran telaraña, y basta con tocar un hilo para que los demás vibren.
08. Nunca ha existido un esclavo que no escogiera ser esclavo. Puede que la elección fuera entre los grilletes y la muerte, pero la elección estaba siempre allí.
09. Los gatos matan ratones, los cerdos se revuelcan en la mierda y los mercenarios salen corriendo cuando más falta hacen. No los culpes, solo es la naturaleza de esas bestias.
10. He hecho cosas espantosas. Traicioné a los míos, cambié de capa, ordené la muerte de hombres que confiaban en mí... Pero no he matado a la sangre de mi sangre.
11. Un mago la hechizó, pero si le das un beso con lengua, se transformará en una hermosa mujer. Lo malo es que cuando la conozcas bien querrás volver a besarla para transformarla de nuevo.
12. Su altísima santidad ha decidido que se te juzgue por regicidio, deicidio, incesto y alta traición. - ¿Deicidio? -Estuvo a punto de echarse a reír. ¿Cuándo he matado yo a un dios?
13. Los exploradores se perdieron entre los árboles y los demás hijos del hierro reanudaron la marcha, pero iban muy despacio. Los árboles les ocultaban la luna y las estrellas, y el suelo que pisaban era negro y traicionero.
14. En el alféizar de la ventana ardían tres velas de sebo que mantenían a raya a los terrores que acechaban en la noche, y otras cuatro titilaban a toda hora junto a su cama, dos a cada lado.
15. Aquella noche se reunieron bajo el templo once sirvientes del Dios de Muchos Rostros, más de los que nunca había visto juntos. Los únicos que entraron por la puerta fueron el señor menor y el hombre gordo; los demás llegaron por pasadizos secretos, a través de túneles y pasajes.
16. Se puede luchar contra los muertos, pero cuando llegan sus amos, cuando empieza a levantarse esa neblina blanca... ¿Cómo se lucha contra la niebla, cuervo? Sombras con dientes...Un aire tan frío que duele hasta respirar, como un cuchillo que atraviesa el pecho...No sabes nada, no puedes saberlo. ¿Tu espada puede atravesar el frío?
17. -Las palabras te las sabes, pero tienes demasiado orgullo para servir. Un sirviente tiene que obedecer con humildad. -Obedezco. Puedo ser más humilde que nadie. -No me cabe duda de que serías la mismísima diosa de la humildad -dijo con una risita-. Pero ¿Estás dispuesta a pagar el precio? - ¿Qué precio? -El precio eres tú. El precio es todo lo que tienes y todo lo que puedas esperar tener. Te quitamos los ojos y te los devolvimos. Te quitaremos las orejas y caminarás en silencio. Nos darás las piernas y te arrastrarás. No serás hija de nadie, esposa de nadie ni madre de nadie. Tu nombre será un embuste, y ni la cara que lleves será la tuya.
