Frases de Al caer la luz - 2

24. Como muchos antes que él, había acudido a Los Ángeles a empezar de nuevo, a reinventarse a sí mismo, pero arrastraba su pasado de tal modo que a veces no conseguía evitar verse, no como el inquieto inmigrante, sino como un exiliado harto de todo.


25. Tres meses después...Volvió a la lechería H & B, y cuando, por fin, el viejo le preguntó si había estado alguna vez en un restaurante, Jeff respondió: -No estoy seguro...Y usted, ¿Ha trabajado alguna vez en uno? Después de eso, ya era neoyorquino.


26. Era cierto, ella vendía valores, acciones, plazos fijos. Pero en el fondo de su corazón era una persona completamente distinta. Una enamorada y una aprendiza de la vida. Dios santo, no podía creer que ya tuviera treinta y un años. ¿Qué había pasado en los últimos diez?


27. Ahora, de pronto, (...) era capaz de imaginarlo con claridad: luz, belleza y juventud caían del cielo como copos de nieve en torno a todos ellos, polvo de oro que caía en las calles y que la lluvia en el exterior de la iglesia se llevaba hacia las alcantarillas y el mar.


28. Sabe que por muchas desgracias que les aguarden en el futuro, juntos o por separado, conocerán la pérdida cada vez más de cerca según se acumulen los años, que los amigos morirán o se esfumarán sin dramatismo en el abarrotado pasado, que la memoria misma flaqueará a la larga y se volverá traicionera hacia el final.


29. Llevan un tiempo aprendiendo a vivir con menos, y seguirán aprendiendo. Le da la sensación de que últimamente hayan seguido un curso acelerado sobre la pérdida. Cuando siente que lo vence el sueño, se le ocurre algo que le parece importante y que espera recordar por la mañana, aunque es una de esas ideas que rara vez sobreviven cuando se traducen al lenguaje de las horas de vigilia.

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