8 frases de A través del fuego (The smoke jumper) de Nicholas Evans... Un fotógrafo talentoso, un músico extrovertido y una mujer de la que están enamorados. Una tragedia ensombrecerá el verano dorado que los tres jóvenes pasan juntos y dejará marcados a fuego sus corazones.
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Frases de A través del fuego Nicholas Evans
01. Hay elecciones. Es solo que a veces no somos nosotros quienes tomamos las más importantes.
02. La vida no consiste en lo que te pasa, consiste en cómo manejas lo que te pasa.
03. Cuando se autoexaminaba en busca de autocompasión, cosa que se había impuesto con regularidad, no encontraba el menor rastro. Todos -bueno quizá no todos, pero sí mucha gente- albergaban esas grandes ideas sobre la fama y la fortuna en su juventud. Y con la edad se volvían realistas y se conformaban con menos. O quizá simplemente descubrían que había otras cosas más importantes en la vida. Por lo que Ed había comprendido, aquellos que llegaban a lo más alto -al menos en el mundo de la música y del espectáculo- por lo general no acababan más felices que los demás. Más ricos sin duda, pero no más felices.
04. Si fuera el primero de nosotros en morir, que el dolor no nuble por mucho tiempo tu cielo. Sé valiente pero discreta en tu pesar. Hay un cambio pero no una partida. Pues, del mismo modo que la muerte es parte de la vida, los muertos viven eternamente en los vivos. Y todos los tesoros reunidos a lo largo de nuestro viaje, los momentos compartidos, los misterios explorados, los sucesivos niveles de intimidad acumulados, las cosas que nos hicieron reír o llorar o cantar, el júbilo de la nieve iluminada por el sol o de los albores de la primavera, el lenguaje sin palabras de la mirada y el tacto, la complicidad, los dos dando y los dos recibiendo, estas no son flores que se marchiten, ni árboles que caigan y se desintegren, ni son de piedra, ya que ni siquiera la piedra puede resistir el viento y la lluvia, y los picos de las montañas más poderosas se reducen a arena con el tiempo. Somos lo que somos. Tenemos lo que tenemos. Un pasado común imperecederamente presente. Así que cuando camines por los bosques que en otro tiempo recorrimos juntos, y busques en vano mi sombra a tu lado en la moteada orilla, o te detengas donde siempre nos deteníamos en lo alto de la colina para contemplar el paisaje, y al divisar algo, busques por hábito mi mano, y al no encontrarla notes que el dolor empieza a adueñarse de ti, quédate quieta. Cierra los ojos. Respira. Escucha mis pasos en tu corazón. No me he ido, sino que simplemente camino dentro de ti.
05. Fue un caso clásico de atracción de polos opuestos. Ed, el intelectual extravertido, siempre con un chiste, una anécdota o una opinión a punto; Connor el lacónico introvertido.
06. ¿Sabes que algunas mujeres preciosas son muy conscientes de lo preciosas que son?
07. Le gustaba notar su respiración en el cuello, rítmica, cálida y poco profunda como la de un niño.
08. Era aburrido. No solo un poco aburrido, de vez en cuando, tal como pasa con la mayoría de los hombres, y por lo cual en general las mujeres los perdonan, sino aburrido a niveles estratosféricos, colosales.