Frases de Yevgueni Zamiatin - Página 2

01. El día en que se dirija por vez primera hacia las alturas, nosotros estaremos a bordo. Pues el constructor del Integral es uno de los nuestros. Ha dado la espalda a los muros y ha venido conmigo para quedarse entre nosotros. ¡Viva el constructor del Integral! "Nosotros" (1920)

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02. Cierto filósofo antiguo dijo (claro que por casualidad) una sentencia realmente inteligente: "El amor y el hambre rigen el mundo". Ergo: para dominar el mundo, el hombre ha de vencer a los dominadores del mundo. "Nosotros" (1920)

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03. No les encuentro el menor atractivo a las flores, como tampoco hallo nada placentero en las cosas del mundo civilizado de otras épocas, las cuales hemos desterrado, desde hace tanto tiempo, más allá del Muro Verde. Hermoso y placentero es solamente lo racional y utilitario: máquinas, zapatos, fórmulas, alimentos, etc. "Nosotros" (1920)

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04. El viejo Dios creó a los hombres del ayer lejano, es decir, a un humano que poseía la facultad de errar, de modo que el que erró fue el mismísimo Dios. La tabla pitagórica es más sabia y más absoluta que el viejo Dios, pues jamás se equivoca, jamás yerra. "Nosotros" (1920)

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05. Cada número tiene derecho a un número cualquiera como pareja sexual. Todo lo restante ya sólo era cuestión de tecnicismo. De modo que ya no existe ninguna base para la envidia, pues el denominador de la fracción de la felicidad está reducido a cero, mientras la fracción se torna en infinita. "Nosotros" (1920)

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06. El cuchillo es lo más útil, lo más inmortal y genial creado por el hombre. El cuchillo era una guillotina, el cuchillo es el medio y remedio universal para la solución de todos los nudos gordianos y el camino de las parejas sigue el filo de un cuchillo que es el único camino digno de un espíritu que no conoce el temor. "Nosotros" (1920)

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07. Me embargaba un estado de excitación agradable y al mismo tiempo útil. En casa me dirigí inmediatamente a la administración de la vivienda, exhibí mi billete rosa y así me dieron la autorización para cerrar los cortinajes. Este derecho se nos concede únicamente los días sexuales. Habitamos siempre en nuestras casas transparentes que parecen tejidas de aire, eternamente circundadas de luz. "Nosotros" (1920)

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08. (...) Incluso la menor insinuación de que pudiera tener una fantasía más o menos viva le ofendía gravemente. Tal vez una semana atrás yo también me habría sentido ofendido, pero ahora la cosa es distinta, pues sé que tengo fantasía y que estoy soñando. Y sé también que no quiero curarme. "Nosotros" (1920)

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09. En nombre del Bienhechor, se pone en conocimiento de todos los números del Estado único: Que todo aquel que se sienta capacitado para ello, viene obligado a redactar tratados, poemas, manifiestos y otros escritos que reflejen la hermosura y la magnificencia del Estado único. Estas obras serán las primeras misivas que llevará el Integral al Universo. ¡Estado único, salve! ¡Salve, Bienhechor! ¡Salve, números! "Nosotros" (1920)

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10. De pronto me sentí a mí mismo, y a mi propio yo. Todos aquellos que se dan cuenta de Sí Mismos, son conscientes de su individualidad, pero solamente el ojo inflamado, el dedo lastimado, el diente enfermo se evidencian; pues el ojo sano, el dedo indemne, y el diente intacto no parecen existir. De modo que, sin duda alguna y con absoluta certeza, uno está enfermo cuando siente su propia personalidad. "Nosotros" (1920)

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11. Dos médicos: el pequeño, de piernas torcidas, mira hoscamente a los pacientes, el otro, de insignificante físico, muy delgado, tiene una nariz como el filo de un cuchillo... ¡Es él! Me aferro a su brazo, como si fuese mi hermano, tartamudeo algo que hace referencia al insomnio, sueños, pesadillas, sombras...Y a un mundo amarillo. Sus labios finos sonríen: Malo, muy malo. Por lo visto se le ha formado un alma. "Nosotros" (1920)

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12. La filosofía de las grúas, de las prendas y de las bombas está cerrada y es clara como el círculo y su circunferencia. ¿Acaso vuestra filosofía no se mueve también en círculos? La hermosura del mecanismo reside en su ritmo inalterable, concreto y exacto, idéntico al de un péndulo. ¿Acaso vosotros, que desde la primera infancia fuisteis educados según el sistema Taylor, no sois también tan exactos como un péndulo? Pero si todo esto es decisivo más decisivo todavía es lo siguiente: Los mecanismos no poseen fantasía. "Nosotros" (1920)

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Influencias

Autores relacionados

Fiódor Mijáilovich Dostoyevski Herbert George Wells Máximo Gorki Ray Bradbury

Yevgueni Zamiatin

Yevgueni Zamiatin

Escritor, novelista, editor, periodista, traductor e ingeniero naval ruso, autor de "Los isleños" (1917), "La cueva" (1920), "El pescador de personas" (1921), "Nosotros" (1920), "La sociedad de los campaneros honorables" (1925) y "La inundación" (1929).

Sobre Yevgueni Zamiatin

Yevgueni Zamiatin nace en Lebedián, en una familia de madre pianista y padre maestro de escuela.

Entre 1902 y 1908 estudia ingeniería naval en San Petersburgo y se une a los bolcheviques, siendo detenido durante la Revolución Rusa de 1905 y enviado al exilio interno en Siberia.

Tras escaparse, Yevgueni Zamiatin se traslada al Gran Ducado de Finlandia y tiempo después vuelve a Rusia, siendo arrestado y exiliado nuevamente en 1911.

En 1913 es amnistiado y comienza a trabajar de su profesión, siendo enviado en 1916 al Reino Unido para supervisar la construcción de rompehielos en los astilleros de Walker y Wallsend.

En 1917 Yevgueni Zamiatin vuelve a Rusia y comienza a editar sus obras, manteniéndose alejado de la política por la desilusión que le causó la Revolución rusa que había defendido.

En 1931 logra un permiso de Joseph Stalin para salir de Rusia y se traslada junto a su esposa a París (Francia), donde fallece de un ataque al corazón.

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