01. Por eso hay que acostumbrar al alma a mirar por ella misma, primero las cosas bellas, después las obras bellas, hechas por personas bellas. Y al igual que el artista lima, pule y limpia hasta lograr la belleza que busca, así podemos arrancar lo que nos sobra, limpiar lo oscuro hasta hacerlo brillar, hasta iluminar la virtud embellecedora. Puede que por ahí vengan auténticos cambios y transformaciones personales.
02. ¿Qué es lo que hago por obligación? ¿Qué es lo que hago con ilusión? El caminante que hace camino al andar debe avanzar ligero. Cuando su mochila está demasiado cargada de obligaciones, debe soltar lastre. Y una de las más pesadas es la que obliga a recorrer la senda que quieren los demás. Hay que encontrar el propio camino y revisar de vez en cuando si se sigue siendo feliz al andar.
03. El amor es el motor que mueve la vida, y aún más, que la vida no es vida sin amor sino un mero simulacro por el que se pasa en duermevela. Y sin embargo, a menudo resulta tan difícil amar. Decimos que es difícil encontrar el amor, el amor verdadero, pero eso no sería tan difícil si tuviéramos la valentía, la apertura, y la confianza necesarias para relacionarnos. Sin miedo. Sin huidas. Sin preocupaciones saboteadoras. Con seguridad.
04. Automotivarse, como todo, es un aprendizaje. Y aprendemos entrenándonos. Y nada mejor para lograrlo que unas cuantas pequeñas frustraciones, para darnos cuenta de que podemos sobrevivir al ataque de nuestras compulsiones. La automotivación se ejercita cuando somos capaces de orientarnos hacia el logro, obteniendo como beneficio la satisfacción por el esfuerzo realizado, por la ilusión y el optimismo que hemos generado en la aventura de conquistar nuestros retos cotidianos. Cuando, en definitiva, fluimos con lo que hacemos. Ese fluir es impagable.
05. Todo en la vida es un proceso dinámico. La naturaleza funciona a través de ciclos, pero también a través de súbitas transformaciones de enorme trascendencia futura. ¿Vamos a ser menos nosotros? También el ser humano es dinámico, aunque perezoso para los cambios. Por eso debemos estar atentos a lo que ocurre y a lo que nos ocurre, ya que no somos siempre los mismos. Pero, además, no estamos solos. Nos relacionamos con otros seres y con un universo en la que todo esta interrelacionado. Es necesario que entendamos nuestra función, el sentido que tiene pertenecer a este mundo.
06. Nuestros sabios han expresado que lo que produce belleza es la proporción de las partes entre ellas y el conjunto, junto con las coloraciones que se le añadan. La belleza entonces se basa en la proporción y las medidas ajustadas, o sea, que el conjunto es el que hace brillar a las partes y no al revés. Ahí tenemos dos buenas pistas: cuando dedicamos tanta energía al culto corporal, estamos fuera de medida, caemos en la desproporción, porque abandonamos otras partes de nosotros mismos. Y sólo va a ser ese conjunto, el todo que somos, el que mostrará belleza o no.