01. No necesito castigar a las personas por haber pecado. El pecado lleva en sí mismo su castigo, al devorarte por adentro. Castigar no es mi propósito; Curar es mi alegría.
02. El perdón no te exige confiar en quien perdonas. Pero si finalmente esa persona confiesa y se arrepiente, descubrirás un milagro en tu corazón que te permitirá empezar a construir entre ustedes un puente de reconciliación.
03. El "ser" siempre trasciende la apariencia, lo que sólo parece ser. Una vez que empiezas a conocer al ser detrás de la cara muy bonita o muy fea, según lo determinan tus prejuicios, las apariencias superficiales se desvanecen hasta que sencillamente dejan de importar.
04. Cada relación entre dos personas es absolutamente singular. Por eso no puedes amar igual a dos personas. Sencillamente no es posible. Amas diferente a cada persona a causa de lo que ella es y la singularidad que atrae de ti. Y entre más se conocen, más ricos son los colores de su relación.