01. Los trabajos caseros me destruyen más que cualquier otra cosa.
02. Era una mujer; pero lo era sin duda por un error de la naturaleza.
03. ¿Por qué traes a la alcoba, a la ventana abierta, confiada, el terror?
04. Es tan atroz lo que pienso de todos y de mí misma, que tal vez por eso me odian todos.
05. Pierdo el tiempo en el más imbécil harakiri; ni siquiera con bambú, con aguja de crochet.
06. Sea como sea, coincidencias o plagios, ellos quedarán, sobrevivirán, y nosotros nos hundiremos.
07. Temo que siga haciendo muy buena prosa pero sin llegar a constituir algo sólido, algo más o menos macho.
08. Teje tu tela en el laurel dorado, mientras oyes zumbar los corazones, y bebe el néctar fiel de tu memoria.
09. ¡Por qué no seré de esas mujeres que hacen de su diario un confidente íntimo! Tal vez porque soy demasiado escritor.
10. Me negué a admitir esa clasificación o agrupación por la feminidad de personas que no tienen ninguna razón para agruparse.
11. Tu nariz pensativa, meditativa y contempladora de ti mismo, de su último aliento se despide. ¡En él tu juventud, épico aroma!
12. Creo que debería destruir todos los cuadernos antiguos. Tienen muy pocas cosas buenas, son repugnantemente femeninos, grotescos.