01. El amor en mi sangre se hacía llamaradas.
02. Vale más el oro del sonido, que el sonido del oro.
03. El corazón del campo te dará su vigor para entrar en el último sueño.
04. He vivido con alma, con sangre, con nervios, con músculos, y voy al olvido...
05. Ya en la propicia oscuridad, desnuda, tu carne tiembla y lánguida me oprime...
06. ¡Oh desprecio, oh rencor, oh furia, oh rabia! La vida está de soles diademada...
07. Nadie puede impedir que un perro callejero se orine en el monumento más glorioso.
08. Y llenaré mi vaso de sombras y de abismo... ¡El día del adiós a todo cuanto amamos!
09. Hay días en que somos tan móviles, tan móviles, como las leves briznas al viento y al azar.
10. ¡Un beso a tu varón, mi hembra impura! Dormir después en tu redondo seno, tu seno blanco de ápice azulino...
11. ¿Quién me da los carbones irreales de mi ardiente pasión, y la resina que efunde en mis poemas su fragancia?
12. La poesía es la religión de los cultos. Si en lugar de adorar a Jesús amáramos a Homero, la humanidad no sufriría tanto.