Frases de José Asunción Silva

01. Ósculo triste, suave y perverso.

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02. Hay demasiada sombra en tus visiones.

+ Frases de Sombra


03. Entre las nieblas pálidas la luna aparecía.

+ Frases de Luna


04. Una errante luciérnaga alumbró nuestro beso.

+ Frases de Luciérnagas


05. La selva negra y mística fue la alcoba sombría.

+ Frases de Alcoba


06. Tengo nostalgia de nuestros domingos por la tarde...

+ Frases de Nostalgia


07. Nada nuevo hay en la crónica de la ciudad que llame la atención...

+ Frases de Nuevo


08. (...) Ante las penas solemnes y las eternas separaciones sobran todas las palabras...

+ Frases de Olvidarte


09. ¡Ay! Todo pasará: niñez risueña, juventud sonriente, edad viril que en el futuro sueña...

+ Frases de Niñez


10. Vivo una vida inverosímil. No veo a nadie: trabajo el día entero y la mitad de la noche...

+ Frases de Inverosímil


11. Tengo que escribir en casa aprovechando las noches pues los días son completamente ocupados.

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12. Ninguna novedad tengo que comunicarle respecto de negocios a no ser el aumento de dificultades...

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Álvaro Mutis Porfirio Barba Jacob Rubén Darío

José Asunción Silva

José Asunción Silva
  • 27 de noviembre de 1865
  • Bogotá Distrito Capital, Colombia
  • 23 de mayo de 1896
  • Bogotá Distrito Capital, Colombia

Escritor, poeta, comerciante y diplomático colombiano, precursor del modernismo en Colombia y considerado uno de los poetas más importantes de Latinoamérica.

Sobre José Asunción Silva

José Asunción Silva nace en el seno de una de las familias de clase alta más prominentes de Bogotá, hijo de Ricardo Bartolomé Silva y María Josefa Feliciana Amelia Gómez.

Su niñez transcurrió en un ambiente literario, compartiendo las veladas literarias de los escritores del grupo "El Mosaico", realizadas con frecuencia en su casa, y de la que era integrante su padre.

Estudio en el Liceo de la Infancia, en el Colegio de San José y en el Colegio Alemán, las mejores instituciones educativas del momento y posteriormente continuó su educación en forma autodidacta.

Entre 1874 y 1878 fallecieron tres hermanos, Andrés Guillermo a causa de una epidemia de sarampión (1874), Alfonso a poco de haber nacido (1875) e Inés Soledad en 1878.

En 1884 José Asunción Silva se traslada a París (Francia), donde termina de dar forma a su sensibilidad como escritor y hombre, asistiendo a museos, galerías, tertulias y charlas.

Tras visitar Inglaterra y Suiza, en 1885 regresa a Colombia y se hace cargo de la administración del negocio familiar, muy deteriorado por la guerra civil colombiana de 1884-1885, acabando finalmente en la quiebra.

En 1894 acepta el cargo de secretario de la Legación de Colombia en Caracas (Venezuela), entablando amistad con numerosas personas del ambiente literario venezolano, entre ellos los redactores de la revistas "El Cojo Ilustrado" y "Cosmópolis".

En 1895 el barco a vapor "Amérique", que lo trae desde Venezuela, naufraga frente a Barranquilla y se pierden los manuscritos de su obra "El Libro de Versos" y los "Cuentos Negros", que pensaba publicar.

Las fricciones con el ministro de la Legación y su falta de liquidez hacen que no acepte un nuevo periodo en su carácter de diplomático y regresa a Colombia, donde la noche del 23 de mayo de 1896 se quitó la vida disparándose un tiro al corazón.

La audacia de las figuras de José Asunción Silva y la personalidad de su lenguaje acentúan su originalidad creativa, constituyendo uno de los aportes más notables la experimentación y la readaptación de metros tradicionales, variando ritmos y acentos y jugando con estrofas y medidas, con el propósito de quitarle rigidez del verso.

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