01. Ningún pueblo cree en su gobierno. A lo sumo, los pueblos están resignados.
02. La arquitectura es el testigo insobornable de la historia, por que no se puede hablar de un gran edificio sin reconocer en él el testigo de una época, su cultura, su sociedad, sus intenciones...
03. La poesía es revelación de la condición humana y consagración de una experiencia histórica concreta.
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04. Ahora sabemos que el reino del progreso no es de este mundo.
05. El culto a la vida es también culto a la muerte. "El laberinto de la soledad" (1950)
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06. La indiferencia del mexicano ante la muerte se nutre de su indiferencia ante la vida. "El laberinto de la soledad" (1950)
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07. No sé si la modernidad es una bendición, una maldición o las dos cosas. Sé que es un destino: si México quiere ser tendrá que ser moderno.
08. Toda dictadura, sea de un hombre o de un partido, desemboca en las dos formas predilectas de la esquizofrenia: el monólogo y el mausoleo.
09. La ilusión de una morada en el tiempo es el deseo de hombres y mujeres. La esperanza y el instante de la felicidad, únicos asideros para vivir esta errancia sin fin. Y la cultura, para muchos, la salvación de toda tragedia: vivir en cualesquiera de los géneros teatrales, pero no vivir muerto.
10. Para el habitante de Nueva York, Paris o Londres, la muerte es palabra que jamás se pronuncia porque quema los labios. El mexicano, en cambio, la frecuenta, la burla, la acaricia, duerme con ella, la festeja, es uno de sus juguetes favoritos y su amor más permanente. Cierto, en su actitud hay quizá tanto miedo como en la de los otros; mas al menos no se esconde ni la esconde; la contempla cara a cara con paciencia, desdén o ironía. "El laberinto de la soledad" (1950)
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11. Dios existe. Y si no existe debería existir. Existe en cada uno de nosotros, como aspiración, como necesidad y, también como último fondo, intocable de nuestro ser.
12. El camino también desaparece mientras lo pienso, mientras lo digo. La sabiduría no está ni en la fijeza, ni en el cambio, sino en la dialéctica entre ellos. Constante ir y venir: la sabiduría está en lo instantáneo. Es el tránsito. El tránsito no es sabiduría sino un simple ir hacia... El tránsito se desvanece: sólo así es tránsito.