01. (...) Porque hermosura tanta en vos ve el mundo que no le asombra el ver que quien os hizo es el autor del cielo y las estrellas.
02. Mudan los tiempos y las voluntades; se muda el ser, se muda la confianza; el mundo se compone de mudanza tomando siempre nuevas calidades.
03. Es fuego amor que no se siente arder, es herida que duele y no se siente; es un contentamiento descontente; es dolor que no atina sin doler.
04. Al ver vuestra belleza, oh amor mío, de mis ojos dulcísimo sustento, tan elevado está mi pensamiento que conozco ya el cielo en vuestro brío.
05. Transformase el que ama en cosa amada por obra y gracia de alta fantasía; después el corazón ya nada ansía, pues lleva en sí la parte deseada.
06. En vos hallar esperan renovada su memoria y sus obras valerosas; y allá os muestran lugar, como acá ejemplo, que abre al mortal de eternidad el templo.
07. Desque una vez yo miré, señora, vuestra beldad, jamás por mi voluntad los ojos de vos quité. Pues sin vos placer no siente mi vida, ni lo desea, si no queréis que yo os vea, ¿Qué veré que me contente?
08. Tomad las riendas del imperio vuestro y dad materia á nuevo y mayor canto: y empiecen á sentir el duro peso (que por el mundo todo cause espanto) de ejércitos y hazañas singulares, de África tierras y de oriente mares.
09. Mi corazón me han robado; y Amor viendo mis enojos, me dijo: "Fuete llevado por los más hermosos ojos que desque vivo he mirado. Gracias sobrenaturales te lo tienen en prisión". Y si Amor tiene razón, señora, por las señales, vos tenéis mi corazón.
