01. La tarea verdaderamente heroica y difícil fue la de extender a la mayoría de la población capitalina esta comprensión por el arte llamado indígena.
02. Reír te miro, con tu sonrisa clara, entre exóticos juguetes de cartón; mas ¡Ay! El terrible y dulce ¡Sayonara! En tus ojos se presenta de mignón.
03. Quien ve cometer un grave pecado también debe pedir perdón a Dios; el gran pecado salpica.
04. Dile a mi padre que estoy resistiendo bien – dije -; aunque mi corazón se asusta, estoy resistiendo.
05. ¡Desear! Es cosa del pequeño burgués idealista. ¡Hacer con orden y sin miedo! Eso es del hombre del partido.
06. Los insectos que pasan la bruma se mecen y flotan, y en su largo mareo golpean las húmedas hojas.
07. El robo a los padres no lo perdona ni Satanás.
08. El timbre del éxito consiste en lanzarse a la profundidad sin perder la cabeza nunca.
09. Para luchar con cualquiera por cualquier motivo, es necesario conservar la cabeza despejada.
10. La Patria y no el alma diferencia al hombre del gusano.
11. No tiene ojos el que mira la barriada y goza como un chancho en bailes, en palacios.
12. Tú ves, como niño, algunas cosas que los mayores no vemos.