01. La fe es la sal de la vida.
02. La bebida engendra tristezas pensativas de elefante o alegrías ruidosas de mono.
03. Según lo que se come y lo que se bebe es lo que se hace y se piensa. El pensamiento es hijo del estómago.
04. Los jueces, los médicos, las madres de caridad tenemos un punto de contacto: la anestesia del sentimiento.
05. La resignación es cuestión de temperamento, señor, y el valor de la vida, cuestión de apreciación -le respondí-.
06. Siempre es útil saber la verdad de una muerte, Y más útil todavía saber cómo mata la sociedad y cómo un hombre puede ser juez y reo al mismo tiempo.
07. Había entre ellos, según él mismo me lo contara después, una disparidad de puntos de vista tal que la felicidad se espantó del hogar desde el primer momento.
08. Los imbéciles no tienen vicios; tienen apetitos, manías, costumbres. ¿Una herejía? ¡Una verdad! El vicio es para el cuerpo lo que el estiércol para las plantas.
09. La fiesta, por supuesto, más que para los habitantes del campamento, era para los que iban llegando, especialmente invitados unos y curiosamente atraídos otros.
10. (...) Además, fíjese usted, en el crimen todo es cuestión de forma. Las variantes de la delincuencia no son más que proteísmos de un mismo hecho: la violación de la ley.
11. Pero en Piura era distinto. En Piura el sol tenía que atraer forzosamente sus miradas y hacerla pensar en él y sentirlo dentro de sí, porque el sol piurano penetra hasta en las cuencas de los ciegos. Es una obsesión.
12. Tú crees que la palabra es solamente un don del bípedo humano, o que sólo con sonidos articulados se habla. También hablan las cosas. Las piedras hablan. Las montañas hablan. Las plantas hablan. Y los vientos, y los ríos y las nubes...