26. Sus intenciones son buenas, y tienen buenas intenciones por lo que a mí respecta, pero no hay forma bajo el sol en que puedan percatarse de cómo me siento yo, de lo que yo necesito. Protégeme de los que desean ayudarme. "Trainspotting" (1993), Irvine Welsh
27. La quiero y creo que ella siente lo mismo por mí; eso es lo que dice, y creo que es lo bastante sincera tanto para saber lo que siente como para no mentir acerca de esas cosas. No le puedes mentir a tu alma. "Porno" (2002)
28. Cada vez que vas a la cárcel, disminuye la probabilidad de que alguna vez estés libre de ese tipo de vida. Es igual cada vez que vuelves al caballo. Disminuyes tus posibilidades de ser capaz de prescindir de él algún día. "Trainspotting" (1993), Irvine Welsh
29. Las divisiones futbolísticas eran un sinsentido estúpido e irrelevante que actuaba en contra de los intereses de la unidad de la clase trabajadora, asegurando que la hegemonía de la burguesía quedase intacta. "Trainspotting" (1993), Irvine Welsh
30. El problema de la gente como él es que piensa que puede mandar a paseo a la gente como yo. Como si yo no fuera nadie. Todos esos seres amenazados que claman por algo de atención y de reconocimiento: no comprenden el tipo de mundo en el que vivimos ahora. "Escoria" (1998), Irvine Welsh
31. (...) Escuchar aquellas palabras de labios de ella le produjo una tremenda impresión. ¿Era un alcohólico? ¿Eso qué era? ¿Alguien que siempre está bebiendo? ¿Que es incapaz de decir no a una copa? ¿Que bebe a escondidas? ¿Alguien que ya está pensando en la copa siguiente antes de haber terminado la que tiene delante? "Secretos de alcoba de los grandes chefs" (2006)
32. Me contó un montón de cosas que yo no quería oír, cosas que mi madre y mi padre nunca supieron, y que odiarían saber. Lo cabrón que era Billy con ella. Cómo en ocasiones la golpeaba, la humillaba, y la trataba en general como un trozo de mierda excepcionalmente corrompida. - ¿Por qué te quedaste con él? -Era mi chico. Siempre piensas que será diferente, que puedes hacerle cambiar, que tú puedes suponer la diferencia. "Trainspotting" (1993), Irvine Welsh
33. (...) Alguna gente deja caer monedas furtivamente dentro de su sombrero. Otros, ofendidos ante la intrusión de la miseria en sus vidas, se vuelven para otro lado o miran resueltamente hacia adelante. Las mujeres dan más que los hombres; los jóvenes más que los mayores; la gente que aparenta ser de las clases más modestas parece más generosa que la de aspecto acomodado. Un billete de cinco aterriza en el sombrero. "Dios le bendiga, señor", dice reconocidamente Johnny. "Trainspotting" (1993), Irvine Welsh
34. Los servicios sociales estarán al tanto de sus progresos. Aunque pueda aceptar que el cannabis que tenía usted en su posesión era para uso personal, no puedo exculpar el empleo de una droga ilegal; aun cuando usted alegue tomarla para combatir la depresión que sufre como resultado de su abstinencia de heroína. Por hallarse en posesión de esta droga controlada, será multado con cien libras. Le sugiero que en el futuro busque otros modos de combatir la depresión. "Trainspotting" (1993), Irvine Welsh
35. Eres un alcohólico y además te encanta. En tu vida sólo hay espacio para un amor, Danny. Yo no significo nada para ti; sólo soy una chica mona que queda bien colgada de tu brazo», declaró, mordiéndose ansiosamente el labio inferior. No te importo yo, ni mi carrera, ni mis necesidades. A mí no me gusta beber, Danny. No me dice nada. Ni siquiera creo que te siga gustando follar conmigo, porque lo único que te apetece es beber. Eres un alcohólico. "Secretos de alcoba de los grandes chefs" (2006)
36. Elige la vida. Elige pagar hipotecas; elige lavadoras; elige coches; elige sentarte en un sofá a ver concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu, atiborrándote la boca de puta comida basura. Elige pudrirte en vida, meándote y cagándote en una residencia, convertido en una puta vergüenza total para los niñatos egoístas y hechos polvo que has traído al mundo. Elige la vida. Pues bien, yo elijo no elegir la vida. Si los muy cabrones no pueden soportarlo, ése es su puto problema. "Trainspotting" (1993), Irvine Welsh
37. Hay un punto en este túnel, el punto al que acabamos de llegar, donde dobla y no se ve la luz del final ni tampoco la ves si miras atrás. Un par de pasos hacia el frente y brilla la luz y un par de pasos atrás y un vistazo por encima del hombro y es la misma historia. Pero aquí, justo en este punto: esto es el limbo. Da la sensación de que si te quedas demasiado tiempo en este punto, si te detienes en este punto del olvido durante cierto tiempo, sencillamente dejarás de existir. "Escoria" (1998), Irvine Welsh
38. Gilbert era un profesional que llevaba mucho tiempo dedicándose al tráfico de drogas. Era capaz de comprar y vender cualquier cosa. Para él, era un asunto estrictamente de negocios, y se negaba a diferenciarlo de cualquier otra actividad empresarial. La intervención estatal bajo la forma de la policía y los tribunales constituía únicamente otro riesgo comercial. Era, no obstante, un riesgo que merecía la pena correr, teniendo en cuenta los extraordinarios beneficios. Un clásico intermediario, Gilbert era, por la naturaleza de sus contactos y su capital-riesgo, capaz de procurar drogas, almacenarlas, cortarlas y venderlas a distribuidores menores. "Trainspotting" (1993), Irvine Welsh
39. (...) Necesitamos tetas y culos porque necesitamos que sean accesibles; para poder manosearlas, follarlas o hacernos pajas pensando en ellas. ¿Porque somos hombres? No. Porque somos consumidores. Porque ésas son cosas que nos gustan, cosas que creemos -o que nos han comido el tarro para que creamos- que nos aportarán valía, una válvula de escape, satisfacción. Las valoramos, así que por lo menos necesitamos tener la ilusión de su accesibilidad. Quien dice tetas y culo dice coca, patatas fritas, lanchas motoras, coches, casas, ordenadores, marcas de diseño, camisetas oficiales del equipo. Por eso la publicidad y la pornografía son tan semejantes: venden la ilusión de la disponibilidad y la falta de consecuencias del consumo. "Porno" (2002)
40. (...) Tú nunca lo entenderás, pero yo soy más guerrero de lo que tú serás nunca. Creo en la lucha de clases. Creo en la guerra de los sexos. Creo en mi tribu. Creo en ese sector justo, inteligente y entera- do de la clase trabajadora frente a las masas cretinizadas de encefalograma plano así como la mediocre y desustanciada burguesía. Creo en el punk rock. En el northern soul. En el acid house. En lo mod. En el rocanrol. También creo en el rap y en el hip hop justicieros y precomerciales. Ése ha sido mi manifiesto, franco. Rara vez, si es que alguna vez lo has hecho, has encajado tú en él. Sí, admiro tus instintos de forajido, pero el rollo matón-psicópata me deja frío. Sus groseras banalidades ofenden mi sentido del buen gusto. "Porno" (2002)
41. La consecuencia de esta actitud es que me han enviado a esta mierda de terapia-consejos. Yo no quería todo esto. Era o esto o la cárcel. Empiezo a pensar que a Spud le tocó la opción blanda. Esta mierda me enturbia las aguas; confunde en vez de clarificar las cuestiones. Básicamente, lo único que pido es que cada cual se ocupe de sus propios asuntos y yo haré otro tanto. ¿Por qué será que sólo porque uno utiliza drogas duras todo quisque se cree con derecho a diseccionarle y analizarle? Una vez que aceptas que tienen ese derecho, te unirás a ellos en la búsqueda de ese santo grial, esa cosa que te hace funcionar. Entonces les escucharás, y te dejarás embaucar hasta creerte cualquier teoría sacada del culo que escojan atribuirte sobre tu conducta. Entonces eres suyo, no tuyo; la dependencia se desplaza de la droga a ellos. La sociedad inventa una lógica falsa y retorcida para absorber y canalizar el comportamiento de la gente cuyo comportamiento está fuera de los cánones mayoritarios. "Trainspotting" (1993), Irvine Welsh