01. ¡Hombre! Entender, entender... ¿A qué llama usted entender? Oiga: la sociedad es como un navío, y cada cual tiene que participar en la dirección del timón, según sus fuerzas.
02. Como has cometido la imprudencia de confiar a personas ajenas este asunto, que era un secreto exclusivo de la dirección, ya no es posible ocultarlo. Circularán toda clase de rumores que las malas lenguas de la población se encargarán de alimentar y abultar. Es indispensable que lo desmientas públicamente.
03. (...) Pero he visto innumerables matrimonios del género opuesto. Y he tenido ocasión de comprobar de cerca el daño que esa clase de uniones puede causar a una pareja de seres humanos.
04. Entiendo que ahora pisas terreno firme, sobre el cual puedes empezar a construir... No tienes más que ponerte a ello. Y acuérdate de que tu invento también es un ideal que merece tus esfuerzos.
05. Si quita usted la mentira vital a un hombre vulgar, le quita al mismo tiempo la felicidad.