Frases de Guillermo Cabrera Infante

01. Donde empieza la música tienen que morir las palabras.

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02. La escritura no es más que un intento de atrapar la voz humana al vuelo... Las distintas formas del cubano se funden o creo que se funden en un sólo lenguaje literario... La reconstrucción no fue fácil y algunas páginas se deben oír mejor que se leen, y no sería mala idea leerlas en voz alta.

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03. La tradición desde King Kong obliga a que el monstruo siempre rapte a la heroína, para que después no sepa qué hacer con ella, más que gastar toda la pólvora del amor en las salvas del suspiro.

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04. Siempre hay un lapso entre la literatura y la vida y, por mucho que uno quiera cerrarlo, la vida termina por ganar, ya que ella es la mejor depositaria de las historias.

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05. No me miro (en el espejo) para ver si estoy bien o mal, sino solamente para saber si soy. Si sigo ahí. No sea que haya otra persona metida dentro de mi piel.

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06. Ella lo quería así y a mí, a quien le gusta más el recuerdo del aroma que la flor presente, (...) decidí que era mejor no verla más.

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07. Yo viviría en Sevilla [España] si quitaran la plaza de toros. Hemingway me engañó cuando decía que era una muerte limpia. Es un intolerable castigo.

+ Frases de Sevilla


08. Para mí escribir, hasta lo que usted llama literatura seria, es un juego. Los juegos de palabra son palabras cuyo significado depende del juego; es el jugador quien dispone los movimientos.

+ Frases de Jugador


09. La historia de este valle de lágrimas está lleno de violencia. Por eso odio tanto a los historiadores, porque detesto con toda la fuerza de mi alma la violencia.

+ Frases de Historiador


10. El arte (como la religión o como la ciencia o como la filosofía) es otro intento de imponer la luz del orden a la tiniebla del caos.

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11. La vida (y esa otra vida, la historia) se ha movido más por la rueda de la vanidad que por el pistón del sexo.

+ Frases de Rueda


12. No sé cómo mi timidez se atrevía a tanto: creo que de no haber sido tan tímido no habría sido así de atrevido.

+ Frases de Timidez

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Alejo Carpentier José Donoso José Lezama Lima Reinaldo Arenas

Guillermo Cabrera Infante

Guillermo Cabrera Infante
  • 22 de abril de 1929
  • Gibara, Holguín, Cuba
  • 21 de febrero de 2005
  • Londres, Gran Londres, Inglaterra

Escritor, novelista, ensayista, guionista, crítico literario, traductor y diplomático cubano, autor de "Tres tristes tigres" (1965), "La Habana para un infante difunto" (1979), "Mea Cuba" (1992), "La ninfa inconstante" (2008) y "Cuerpos divinos" (2010).

Sobre Guillermo Cabrera Infante

Guillermo Cabrera Infante nació en la provincia de Oriente (hoy Holguín), hijo del periodista Guillermo Cabrera y de Zoila Infante.

En 1941 la familia se trasladó a La Habana y tiempo después ingresó en la Universidad de La Habana (UH) para estudiar medicina, pero finalmente seguiría la carrera de periodismo (1950).

En 1951 fundó a cinemateca de Cuba, de la cual fue director hasta que el general Fulgencio Batista ordenó su cierre.

Entre 1954 y 1960 escribió artículos de crítica cinematográfica para la revista "Carteles", publicando bajo el seudónimo de "G. Caín".

Tras la llegada al poder de Fidel Castro (1959), fue nombrado director del Consejo Nacional de Cultura y subdirector del diario "Revolución" (actual Granma).

En 1962 es enviado a Bruselas como agregado cultural de la embajada cubana y su relación con el régimen comenzó a deteriorarse.

En 1965 la muerte de su madre hace que regrese a Cuba y es retenido por el Servicio de Contrainteligencia cubano durante cuatro meses, hasta que finalmente logró exiliarse a España primero y luego a Inglaterra, donde se instalaría definitivamente.

En 1997 Guillermo Cabrera Infante ganó el Premio Miguel de Cervantes y en 2003, el Internacional de la Fundación Cristóbal Gabarrón.

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