30 frases de Dime quién soy de Julia Navarro... Mientras investiga la vida de su bisabuela, Amelia Garayoa, un periodista desentraña un complejo entramado de amantes, intrigas, traiciones, espionaje y las cautivadoras frases que revelan los matices de sus amores.
Los principales temas, lugares o acontecimientos históricos que destacan en el libro de Julia Navarro son: guerra civil española, segunda guerra mundial, comunismo, espionaje, guerra fría, traición, historia de amor, abandono, secretos de familia, amantes.
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Frases de Dime quién soy Julia Navarro
01. Quererte resulta una aventura complicada.
02. Todos nosotros somos producto de nuestra época.
03. No se puede conseguir el paraíso sin sacrificios.
04. Es imposible derrotar al enemigo si no reconoces sus virtudes.
05. Hasta para no creer en Dios se tiene una idea de Dios.
06. Procuro no contar con el destino a la hora de hacer planes.
07. No sólo tiene mi amor, también mi más profundo respeto.
08. A veces la conciencia va por un lado y la conveniencia por otro.
09. Ha llegado la hora de saber. ¿De saber qué? De saber quiénes somos.
10. Es peligroso engañarse a uno mismo. Eso lo dejamos para los políticos.
11. ¿Desconocer la historia le hace sentirse mejor? ¿Cree que por no conocerla no ha existido?
12. Nadie nos va a regalar nada, seremos lo que seamos capaces de hacer por nosotras mismas.
13. Siento que hayas sufrido, que te haya maltratado la vida, porque eso te impide ver la realidad.
14. Aproveche la vida y no renuncie a este amor tan grande, se lo digo yo que tengo experiencia.
15. Tener conciencia es un inconveniente y yo, amigo mío, la tengo, nunca he podido desprenderme de ella.
16. Estaba en esa edad, pasados los cuarenta, en que las mujeres se preguntan qué han hecho con su vida.
17. Dejé de soñar para siempre. Aprendí a no pensar más que en el minuto en que estaba viviendo.
18. Debe ser terrible no saber quién es uno, y claro, eso solo podemos saberlo si conocemos la historia de nuestros mayores.
19. Los dos sabían que con aquel encuentro a solas estaban cruzando una raya que ninguno de los dos podía traspasar.
20. Las vidas de las personas tiene sentido si se explica en su contexto, de los contrario es difícil que usted entienda nada.
21. Soy un demócrata que cree en la gente, en su iniciativa y en su capacidad para salir adelante sin tutelas políticas ni religiosas.
22. Piensan que si acaban con la "inteligencia" del país, con quienes tienen capacidad de oponérseles, los demás no se atreverán a protestar.
23. Nunca he dejado de admirarles por su fe en una causa, por su honradez, por su sentido de la lealtad y del sacrificio, pero tampoco he dejado de reprocharles su ceguera.
24. (...) Viviendo en este país, sientes el peso de las ideologías. Aquí o eres de unos o eres de otros, o no tienes nada que hacer, y, claro, la historia no la cuentan igual desde todos los lados.
25. - ¿Y la libertad? ¿Dónde te dejas la libertad tía? - ¿Qué libertad? Mira, Amelia, aquí si no hablas de política no te pasa nada, de manera que lo más inteligente es no decir ni pío.
26. -Muchas gracias, no sabe cómo le agradezco su ayuda, sin usted no podría reconstruir la vida de mi bisabuela. - ¿Y por qué ha de reconstruirla? Si usted no hubiera aparecido en esta casa, todo seguiría igual y nos moriríamos tranquilas sin mirar al pasado.
27. Tengo un defecto gravísimo para el ejercicio de mi profesión. Creo que el periodismo es un servicio público donde debe primar la verdad y no los intereses de los políticos, de los empresarios, de los banqueros, de los sindicatos o del que me paga.
28. Me quedé dormido pensando en que Amelia Garayoa, aquella misteriosa antepasada mía, había sido una romántica temperamental, una mujer ansiosa de experiencias, constreñida por las imposiciones sociales de su época; un tanto incauta y desde luego con una clara tendencia a la fascinación por el abismo.
29. Empezó a vivir dos mundos: el suyo, el que le correspondía por nacimiento y matrimonio, que era el de una chica burguesa, y el de Lola, el de una costurera que quería acabar con el régimen burgués establecido y, en definitiva, con los privilegios de los que disfrutaba Amelia.
30. Pierre era un agente soviético, un hombre que vivía por y para la revolución, y su ceguera era tal que los seres humanos que se iba encontrando en el camino, eran solo peones a los que utilizar y sacrificar en pos de una idea superior. Y Amelia no era una excepción.
